CODIGO DE CONVIVENCIA… ASI NO
Ibarra y Macri son más de lo mismo a la hora de desconocer la participación de la población.
Lo que viene -y seguirá- ocurriendo en la Legislatura porteña con el Código de Convivencia es una nueva reafirmación de lo que la “clase política” hace durante las campañas electorales: sólo promesas que después no cumple.
Todos nos acordamos de cómo Ibarra y Macri competían en repetir que su gestión se basaría en la “participación de los vecinos”. Pero lo que ambos han hecho con el tratamiento del Código de Convivencia (entre otros problemas) desenmascara su verdadera política de manipular palabras vaciándoles su contenido.
Ibarra llama “participación” a su única audiencia pública sobre el tema: una especie de torneo de discursos, un desahogo para pocos que luego, a la hora de la definición de la ley, no tiene ningún poder vinculante. Así los vecinos, los que descubrieran que existe este mecanismo, deberían ir todos a una misma hora y a un mismo lugar… como cuando se concurre a un espectáculo.
Macri “teje” su mayoría de 31 votos a medida, hace aprobar en general su proyecto y, mientras se sienta con Ibarra a negociar artículo por artículo, amaga con realizar una consulta popular… sobre lo ya sancionado burlándose de la opinión de los vecinos.
Durante el ballotage de las elecciones a Jefe de Gobierno Autodeterminación y Libertad planteó que “Ibarra y Macri son más de lo mismo”: ahora ellos se empeñan en demostrarlo ignorando absolutamente cualquier mecanismo verdaderamente participativo de los vecinos para analizar, debatir y proponer soluciones que sean tomadas en cuenta.
Desde AyL, hemos sostenido que el Código de Convivencia sólo podía abordarse a partir de un amplio y profundo debate democrático en la sociedad que debía durar no menos de 180 días y donde toda la población pudiera expresarse acerca de las distintas problemáticas, sus causas y las soluciones de fondo. Pero ni el gobierno de Ibarra lo ha querido implementar (por eso su audiencia pública espectáculo relámpago), ni Macri ha querido usar su mayoría para que se hiciera (por eso su “mayoría automática”).
Lo único que les importa a los dos (como buenos exponentes de la “clase política”) es avanzar en la represión, la judicialización y la penalización de los efectos de una crisis social enorme y para la solución de sus causas no tienen la más mínima propuesta.
Porque los problemas siguen siendo los de un país desvastado, la desocupación, la exclusión, salarios que no alcanzan, desigualdad social, concentración de la riqueza, sostenimiento de la pobreza y sometimiento a las exigencias del FMI y los grandes grupos económico-financieros, desde AyL seguimos planteando:
– Que se detenga la discusión del llamado Código de Convivencia.
– Que se abra un período de 180 días de debate democrático en el conjunto de la sociedad para analizar, proponer y que las propuestas sean tenidas en cuenta.
– Que el gobierno garantice la difusión con un plan de información de la magnitud del dinero que se gasta en las campañas electorales.
Bloque de Autodeterminación y Libertad
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
16-07-04
La irresponsable convivencia de la clase política
La aprobación autoritaria y a espaldas de la población, por parte del Macrismo y el Ibarrismo, de un Código de Convivencia claramente represivo y disciplinador, que además de afectar directamente a jóvenes, trabajadores de la vía pública y sectores marginados por las políticas económicas implementadas en los últimos 25 años, lesiona profundamente la calidad de vida y el espacio público de los vecinos porteños, nos merece nuestra más enérgica y absoluta reprobación.
No es casualidad que la aprobación de este código coincida con la confirmación por parte del gobierno nacional de su decisión de ceder ante el pedido del FMI de aumentar las tarifas entre un 10 y un 15%, en un contexto en donde la brecha de desigualdad social en nuestro país pasó con el gobierno de Kirchner de un 30 a un 50% en un contexto de desocupación y pobreza. Un gobierno que no está dispuesto a generar un escenario democrático capaz de transformar estas condiciones, recurre una y otra vez a soluciones falsas y facilistas.
El resultado más evidente de este escenario generado por la clase política, son los hechos de violencia que hoy hemos vivido en la Legislatura porteña, porque como bien venimos sosteniendo, éste código de convivencia, lejos de generar soluciones a las preocupaciones legítimas de los ciudadanos y ciudadanas porteñas, tales como la seguridad ciudadana, profundizan el escenario de violencia social existente.
Desde el Bloque de Autodeterminación y Libertad REPUDIAMOS A LA IRRESPONSABILIDAD DEL MACRISMO Y EL IBARRISMO en la sanción autoritaria de este código y proponemos su inmediata suspensión, y la apertura de un amplio debate democrático y plural en donde sean los ciudadanos de Buenos Aires los que definamos como convivir, y no una clase política servil y corrupta que intenta convivir a espaldas de la sociedad.
Bloque de Legisladores de AyL