Repudiable fallo contra Sala digitado por el gobernador Morales
* Por Luis Zamora (integrante de Autodeterminación y Libertad)
Desde enero en que fue detenida Milagro Sala venimos denunciando con AyL que el Poder Judicial de Jujuy que la detuvo, fue rearmado por el gobierno de Gerardo ni bien asumió en la provincia. Hoy el Tribunal Superior de Justicia, jueces y fiscales dependen en su mayoría del gobernador y sus lineamientos. No tienen nada de “independientes”, son incondicionales de este gobierno. Por supuesto hasta que dejen de serlo cuando decidan seguir a otro, como antes, en su mayoría, seguían al PJ que gobernaba desde 1983.
La Justicia “independiente” de Morales
Morales asumió y a los pocos días amplió la Corte de Jujuy para tener una Justicia adicta y alineada. Lo hizo a las cuatro de la madrugada en la legislatura. El Tribunal tenía cinco miembros; solo una era radical. Ampliaron la Corte a nueve. Nombraron cuatro más. Dos legisladores de Morales, radicales, que votaron la ampliación, luego inmediatamente renunciaron y pasaron a integrar esa Corte ampliada. Ellos crearon los cargos y luego ellos los ocuparon. O mejor dicho, todo lo dispuso Morales. Increíble, ¿no?. Como Menem con la Corte de los 90. A las horas se sumaron dos más elegidos también por Morales. Luego remató la tarea: dispuso que la presidenta del Tribunal ampliado fuera la radical que ya estaba y que había sido diputada por la UCR hasta el 2010. Poderes “independientes”, les dicen. Se llama Clara De Langhe de Falcone y es la suegra del juez Mercau, abuela de sus hijos. Mercau es el juez también “independiente” que ordenó la detención de Sala en los primeros días de enero. Esa es la Justicia “imparcial y confiable” de la que habla Morales. Y también Macri y Massa, cuyas fuerzas integran el gobierno de coalición en la provincia. No es Justicia. Puede haber delitos, claro. Pero lo que no hay es jueces, confiables, creíbles. La mayoría de las acusaciones a Sala podrían hacerse también a dos personajes muy cercanos a ella antes, parte de todo lo que la acusan: se llaman Cayo y Bejaramo. El primero es diputado provincial y el segundo es concejal. Bejaramo fue denunciado numerosas veces y públicamente en el pasado por Morales. ¿Por qué no están presos y desprestigiados en todos los medios estos dos legisladores? Porque ahora están con Morales. Se dieron vuelta. Como tantos. ¿Dónde están los principios de los que hablan Macri y Morales?. Si Sala es culpable, el diputado provincial Cayo y el concejal Bejaramo también lo son. Morales persigue a Sala y en cambio a los otros dos los tiene de laderos. ¿Cuál es su ética?. La de si están con el gobernador o si están en contra. La de la degradación feudal de la dirigencia política mayoritaria. Transan todo y siempre en perjuicio del pueblo. Nunca a favor. ¿Algo distinto de lo que pasa en el país?
El poder empresario hoy con Morales
En realidad el verdadero poder detrás de Morales como de los anteriores gobernadores del FPV- PJ, Fellner, Barrionuevo, etc., son las poderosas cámaras patronales de la provincia. Detrás de gobernadores, jueces, legisladores y sus partidos están la Sociedad Rural, la Cámara del Tabaco, la Unión Industrial, la Unión de Empresarios, la Cámara Minera, los empresarios Cañeros, entre los que está el poderoso Carlos P. Blaquier, dueño del Ingenio Ledesma, cómplice del genocidio de los Videla, los Bussi y los Menéndez, o los dueños de Minera Aguilar, símbolos todos ellos de la explotación esclavista de trabajadores cañeros, industriales, mineros, rurales e indirectamente de docentes, estatales, de la salud y de municipales con salarios de miseria.
No casualmente en la medida que ese poder teme que se vaya desnudando la farsa judicial de Morales, salió en una solicitada a respaldarlo y a señalar que “La señora Milagro Sala está siendo juzgada en nuestra provincia por delitos comunes y graves”. Recordemos que esto lo afirma, entre otros, el empresario Blaquier, que después de estar procesado por las innumerables pruebas de la participación de su empresa en la desaparición de luchadores en el pueblo de Libertador durante la dictadura, hoy está en libertad. Justamente por la decisión de esta “Justicia” que defiende junto con los Morales y con solicitadas pagas en los diarios.
El antidemocrático Morales gobierna ahora para ese poder. Muchas veces denunciamos el estrecho vínculo que llegó a tener Blaquier, en su momento, con el anterior gobierno nacional de Cristina Kirchner y con el provincial del justicialista Fellner. Los dueños del poder económico no cambian. Cambian sus instrumentos políticos. Nosotros en AyL luchamos por construir desde abajo otra sociedad. No tenemos nada en común con los proyectos políticos neoestatales y clientelares y los métodos que más de una vez cuestionamos de la Tupac Amaru pero no nos confunde Morales ni Macri. Sabemos que él, su régimen, incluídos sus jueces, no defienden los intereses de los trabajadores y del pueblo. Lo contrario.
La parodia de un juicio
Por lo tanto no nos sorprende que, después de una parodia de juicio, un Tribunal Federal de Jujuy acaba de condenar a Milagro Sala por el “delito de instigación a cometer daños agravados”. Los hechos que se le imputan ocurrieron en el año 2009 y, según alega la acusación, se dieron en el marco de una charla del entonces senador Gerardo Morales, actual gobernador de Jujuy, cuando el titular era Barrionuevo del FPV-PJ. Habrían consistido en rotura de vidrios y huevazos que ensuciaron al hoy gobernador radical. La denuncia la había radicado el mismo Morales y la única prueba la presentó tiempo después su abogado. Se trata de una pareja, cuyos integrantes fueron llevados de la mano por el apoderado de Morales y que hoy son, uno empleado de la gobernación, y su pareja, empleada de la intendencia radical de San Salvador, cuyo intendente depende de Morales. Ni siquiera prepararon bien a los testigos para que declaren lo mismo. La pareja se contradijo y una desmintió al otro durante el juicio. Es decir uno de los dos cometió falso testimonio pero el Tribunal miró para otro lado. Sala no estuvo en el episodio y tampoco se demostró que estuvieran miembros de la Tupac Amaru – parece que no lograron conseguir algún testigo que inventara eso- por lo que la acusación consistió en imputarle que había convocado a la pareja a su casa -la que luego fuera empleada por Morales- para “instigarlos” a realizar el “escrache” y tirar huevos. Según la pareja, en el momento de ser instigados, estaban solos con Sala y no pudieron ofrecer a nadie más que apoyara ese relato o que, al menos, los viera en la casa de Sala. La pareja, alegó, que se negó a realizar el “escrache” y que no estuvo en el mismo, por lo que, si los instigados no cometieron ningún delito al no ir a tirar huevos, quien supuestamente los instigó, Sala, tampoco pudo cometer ningún ilícito. La defensa de Sala desarmó toda la prueba pero la sentencia ya estaba escrita antes del juicio y no por el Tribunal precisamente. Así de burdo fue el proceso y el fallo. Casi abunda decir que dos de los tres jueces del Tribunal Oral, Juárez Almaraz y Cataldi, fueron elegidos por la Comisión de Acuerdos del Senado, con voto de Morales como integrante de la Comisión cuando era senador, a fines del 2014. Reiteramos: “poderes independientes”.
Otra condena, esta vez por acampar
Al día siguiente Sala fue nuevamente condenada por la Justicia contravencional por el famoso acampe realizado en la Plaza frente a la gobernación, iniciado en diciembre del 2015 cuando Morales asumió. El juez actuante, Matías Ustarez Carrillo, fue nombrado también por Morales y es todo un símbolo que el expte. contra Sala lleva el nro.001: es decir, su primer tarea fue enjuiciarla. Es un hecho notorio que de la protesta en la Plaza participaron numerosas organizaciones, por lo menos más de veinte que siguieron muchos días más después de la detención de Sala. Sin embargo solo Sala y la Tupac Amaru fueron sancionadas. Sala, entre otras medidas, con tres años de prohibición de todo tipo de actividades en personas jurídicas, asociaciones civiles, sociales, culturales y deportivas, plazo que coincide con el fin del mandato de Morales. Y a la Tupac se le clausuró su sede central. Morales ya le había sacado la personería. Ustarez Carrillo llama “inhabilitación” a lo que en realidad es una proscripción que no se puede encontrar como sanción posible en ningún código contravencional.
Libertad a Sala
Ya en su momento y más allá de las diferencias profundas que teníamos con Sala y con su organización, desde Autodeterminación y Libertad, rechazamos su detención por el reaccionario gobierno de Morales, exigimos y nos movilizamos por su libertad, entendiendo que era claramente una medida represiva a la protesta social y un intento de criminalizarla como amenaza a los sectores del pueblo trabajador que empezaban, legítimamente, a enfrentar las políticas de ajuste del gobierno de Macri y Cambiemos. Estas sanciones confirman esa posición.
Defendemos los derechos democráticos de todo el pueblo que son agredidos gravemente ante ataques de estas características aun cuando se los pretenda disfrazar de decisiones de una Justicia independiente. Como lo venimos haciendo desde hace un año seguiremos reclamando la libertad de Sala.