LAS SEMILLAS, EL CAPITALISMO, LOS GOBIERNOS y LOS PUEBLOS
*Por Gerardo Romagnoli (integrante de Autodeterminación y Libertad)
EL MUNDO SEGÚN EL AGRONEGOCIO
Según el diccionario de la historia humana de la agricultura, semilla significa:“granos que, en diversas formas, producen las plantas, y al caer o ser sembradopro- duce nuevas plantas de la misma especie.”Pero para otro diccionario, el del lucro económico, semilla significa: miles de millones de dólares.
El capitalismo ha transformado esa fuente de la vida vegetal en un negocio que mueve a nivel mundial anualmente 19.000 millones de dólares en semillas naturales, 21.000 millones en semillas transgénicas, y 57.000 millones de la misma moneda facturan los agroquímicos. Un negocio en el que se enfrentan y compiten empresas como Bayer, Monsanto (aunque en estos días la primera ha concretado la compra de la segunda), Dow-Dupont, ChemChina, Syngenta, Basf, verdaderos gigantes de esta industria quecontrolan el 96% del mercado mundial de semillas genéticamente modificadas.
Son datos contundentes que nos muestran que el capitalismo no sólo ha mercantilizado y transformado en una verdadera industria la producción agrícola, sino que desde hace unos años los grandes grupos trasnacionales del agronegocio han pegado un salto en la apropiación de la naturaleza. Ya no sólo semillas, se han agregado las semillas mejoradas, y más tarde paquetes tecnológicos con semillas por la cuales hay que pagar derecho de propiedad intelectual o patente,y un nuevo salto con otro “producto”, las semillas modificadas genéticamente que han perdido la capacidad de reproducirse forzando así la compra de nuevas semillas.
Podemos decir que desde la década del 60, con la llamada “revolución verde” , y luego en los 90 con las semillas híbridas y transgénicas y sus paquetes tecnológicos compuestos por productos cancerígenos como el glifosato (denunciado por el científico e investigador Andrés Carrasco entre otrxs) , las multinacionales del agronegocio-que han colocado la ciencia y sus tecnologías al servicio de sus intereses y no los de la humanidad y con el objetivo de multiplicar sus ganancias-iniciaron una verdadera guerra contra las prácticas que han estado en vigencia desde los inicios de la agricultura: seleccionar, mejorar, obtener, guardar, multiplicar e intercambiar semillas libremente a partir de la cosecha anterior.Y si bien es innegable que ha habido un aumento en la productividad, sin lugar a dudas vivimos la época en que el capitalismo intenta avanzar globalmente en la expropiación y privatización de la biodiversidad agrícola silvestrey en la implantación de un sistema policial “criminalizando a quienes guardan o intercambian semillas” y generando roces, conflictos y enfrentamientos con otros sectores de la actividad.
Extractamos/rescatamos estas líneas de un artículo de la socióloga Norma Giarraca (Instituto Gino Germani- UBA):
“En este escenario ya no son sólo los poderes estatales los que toman el control de la vida; se trata también de privatizar todos los procesos naturales que componen la vida para obtener grandes ganancias. La ciencia devenida en pura tecnología –tecnociencia– al servicio de este capitalismo tardío ha cumplido un rol fundamental. …No son sólo los cuerpos humanos los que caen bajo el control del biopoder, sino que con las corporaciones se articula y dispone de los territorios, los recursos naturales pasando los Estados nacionales a ser frecuentemente meros gestores burocráticos de estos procesos y generadores de las legislaciones que garantizan a las empresas “seguridad jurídica”, continuidad y ganancias. Se van obteniendo los derechos exclusivos de toda una biodiversidad genética (cuyo ejemplo más diáfano es la semilla) que debería quedar en manos de la humanidad con los traspasos generacionales que garanticen su continuidad….”
Viendo lo que ocurre hoy con la manipulación genética y la propiedad de las semillas ¿quién puede dudar que, de seguir el mundo tal cual es, mañana, hasta las nubes y las lluvias tengan su marca comercial con su dueño? Al igual que el tiempo, el capitalismo no para: o se lo para, lo paramos, o seguirá transformándolo todo en mercancía, explotando trabajo humano y apropiándose de naturaleza y disponiendo de la ciencia y la técnica como de dos sirvientas suyas.
LA BATALLA ARGENTINA
Este es el verdadero y dramático telón de fondo en el que se plantea el actual avance por imponer una nueva ley de semillas en la Argentina. Los grandes grupos del agronegocio mundial redoblan sus presiones en la búsqueda de una mayor seguridad jurídica para beneficio de sus intereses. Ahora quieren el aval que los convierta, por derecho, en dueños de las semillas. Alegan haber hecho inversiones en ciencia y técnica aplicada en las semillas y, además de cobrar al venderlas, ahora buscan cobrar patente-propiedad intelectual durante 20 años al momento de levantarse la cosecha. Pero en realidad han rociado con glifosato a razón de 300 millones de litros por año, en 28 millones de hectáreas sobre 13 millones de habitantes , en lo que constituye un verdadero genocidio de la biodiversidad y atentado contra la salud de la población por lo que, en verdad, lejos de pretender cobrar regalías deberían indemnizar al pueblo.El capitalismo ha transformado esa fuente de la vida vegetal en un negocio
La impune sojización del país que se instaló desde el gobierno de Menem se ha mantenido sin solución de continuidad hasta hoy igualando, en esta cuestión estructural de la economía, a gobiernos disímiles en otros aspectos.
Mientras que en 1996, con la introducción de la soja transgénica RR, no se concretó ningún reclamo por patente, un nuevo capítulo de esta historia se disparó a partir del año 2012, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciaba un acuerdo con la empresa Monsanto para (entre otras cosas) introducir la soja Intacta RR2 PRO, cuya semilla modificada genéticamente es inmune al glifosato y productora de la toxina Bt. Fue el primer intento por modificar la ley de semillas que nunca prosperó debido a la resistencia desde distintos sectores y colectivos. Durante todo el período anterior, ni el gobierno apretaba a los productores, ni las empresas semilleras presionaban por el cobro del canon patente. Hasta que Monsanto, a la cabeza de las otras empresas, avanzó creando un sistema de “Licencia de Uso” para su nueva soja “orientado a asegurar el reconocimiento y respeto de los derechos de propiedad intelectual de las nuevas invenciones biotecnológicas aplicadas a variedades de soja” .
Desde mediados de 2015se acelera la pelea que ya ha pasado por distintas escaramuzas. ¿De qué se trata? Para garantizarse el cobro de 15 U$S (casi el 5% de lo que hoy vale) por tonelada en concepto de regalías por la propiedad intelectual / patente la multinacional, en forma directa con su personal, y tomando atribuciones exclusivas del Estado, comenzó a realizar un test sobre la soja en los silos y puertos y, si el productor no pagó antes, efectuando allí un descuento directo sobre la mercadería. Mediante esta “Licencia de Uso”, (en realidad un “Contrato de Regalías Extendidas”), se le impone a quien utilice la soja,el cumplimiento de un contrato que rige hasta el 14 de noviembre de 2028. Por este contrato el productor se compromete al pagode una contraprestación a raíz del uso de la tecnología y a hacerlo cada vez que vuelva a sembrar la soja intacta. La ASA (Asociación Semillera Argentina) cámara empresaria del sector se ha alineado en la defensa de esta posición.
Esto hizo estallar el conflicto entre sectores de la producción y el acopio por un lado, y Monsanto y el resto de las compañías plegadas al reclamo, por el otro. Así lo informaba el diario La Nación profundamente vinculado al agronegocio: “El conflicto abierto entre parte de la dirigencia del campo y la multinacional Monsanto por el cobro de su tecnología Intacta en soja, resistente a insectos, ya tiene un primer caso testigo que podría derivar en una batalla judicial y complicar la comercialización del grano justo cuando está por generalizarse la cosecha en la pampa húmeda.”. ¿quién puede dudar que, de seguir el mundo tal cual es, mañana, hasta las nubes y las lluvias tengan su marca comercial con su dueño?
En medio de esta situación fue que el recién llegado gobierno de Macri, con su ministro de Agricultura y Ganadería Buryaile, acuerda con Monsanto que será el Estado el que realizará los controles y se compromete a avanzar en la sanción de una nueva ley de semillas.
Tal es la magnitud del conflicto planteado que terció en las relaciones entre U.S.A. y Argentina:“según trascendió, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, planteará en sus reuniones con el presidente Mauricio Macri la cuestión de la propiedad intelectual incluida en semillas” informaba el diario La Nación.
Mientras la industria semillera toda considera en general que debe haber un reconocimiento a la propiedad intelectual con cada uso de la tecnología, los grandes y medianos productores de soja se pronunciaron rechazando el cobro de las llamadas “regalías extendidas”, apelando a medidas legales para denunciar a Monsanto por sus abusos.
Evidentemente se trata de un conflicto por las ganancias del modelo de sojizacion transgénico sin cuestionarlo. Ambos bandos avalan, impulsan y sostienen ese modelo de producción agrícola-industrial de conjunto con todas las consecuencias que acarrea para la salud humana, para la tierra, para la flora y la fauna. Es una disputa entre los sectores poderosos del agronegocio peleando por la distribución de la gigantesca renta de los commodities y con el propósito estratégico de fortalecer el control empresario corporativo y la transformación de todas las semillas en una mercancía con dueños. “El conflicto se centra en que el Gobierno quiere renovar la ley de semillas 20.247, que data de 1973, muchos años antes del crecimiento exponencial de la producción de soja. Esa norma permite que los productores no tengan que volver a pagar por la semilla que utilizan cuando la vuelven a sembrar.La industria, en cambio, reclama la actualización de esa norma debido a que considera que no se reconoce la propiedad intelectual de quien realiza una mejora genética en soja o en trigo, los cultivos afectados por esta controversia.” describe el diario La Nación del 09/09/2016.
Es indudable que en este enfrentamiento, si no se desarrolla un profundo y sostenido movimiento de lucha y resistencia que ponga en cuestión la matriz productiva actual del agronegocio, serán esos grupos quienes lograrán acuerdos a su gusto y paladar avanzando en la apropiación de esos bienes comunes de la naturaleza que son las semillas. Y serán castigados por las nuevas normativas impuestas los campesinos, los productores familiares y agroecológicos y, sobre todo se seguirá sosteniendo la sojización basada en el paquete tecnológico de la soja transgénica + glifosato. Pero será toda la población trabajadora del campo y las ciudades las que serán perjudicadas de conjunto al profundizarse lo que ya viene ocurriendo: la devastación de ecosistemas regionales y suelos, la contaminación con agrotóxicos, el desplazamiento de comunidades campesinas, etc., etc…
La lucha de sectores de las poblaciones directamente afectados, como “Las Madres de Ituzaingó” que hicieron punta movilizándose e impidiendo la impunidad de la expansión del cáncer. O los habitantes de “Malvinas Argentinas” que recientemente lograron expulsar a Monsanto en su intento de abrirles una planta. O el triunfo de haber logrado el cierre de la planta de Atanor, segundo productor de glifosato del país y los cientos de poblaciones que han generado agrupamientos y asambleas, y núcleos de investigadores, técnicos y científicos levantando todas sus voces para que la población de todo el país debata, elabore y lleve adelante la gestación de otro modelo de agricultura humano, ecológico, eficiente, solidario sin las imposiciones del lucro de los grandes grupos del agronegocio y todos sus engranajes.
Notas:
1)http://www.lanacion.com.ar/1901615-oferta-millonaria-bayer-ofrecio-us-62-000-millones-por-monsanto-y-cambiaria-el-tablero-de-la-agricultura-a-nivel-mundial
2)http://vientosur.info/spip.php?article360
3)http://leyes1.galeon.com/
4)http://circuloesceptico.com.ar/2015/08/carrasco-un-estudio-mas-toxico-que-el-glifosato
5)http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Campanas_y_Acciones/Campana_NO_a_la_nueva_Ley_Monsanto_de_Semillas_en_Argentina
6)http://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-256964-2014-10-07.html
7)http://fesprosa.org.ar/portal/centro-de-prensa/prensa/proliferan-el-cancer-y-las-malformaciones-por-el-uso-del-glifosato/
8)http://www.lavaca.org/notas/15-anos-de-soja-la-prueba-del-delito/
9)Soja intacta rr2 pro, Licencia de uso, http://www.intactarr2pro.com.ar/licencia-de-uso
10)http://infocampo.com.ar/nota/campo/73709/finalmente-monsanto-cobrara-el-canon-por-su-soja-intacta-a-partir-de-2016
11)http://www.lanacion.com.ar/1881185-una-pelea-entre-un-produ
12)http://www.lanacion.com.ar/1881185-una-pelea-entre-un-produ
Hola! Visto que ninguna plataforma política incluye propuestas ambientales ni tampoco asumen como un problema a la actual producción capitalista he querido leer su plataforma pero no la encuentro en la web.