VIOLENCIA LABORAL Y DE GÉNERO EN HACIENDA
* Por un Trabajador del Ministerio de Hacienda
El corto legado de Prat Gay a cargo del Ministerio de Hacienda significó, para los trabajadores del propio ministerio y el pueblo trabajador en general, un ataque en la calidad de vida sobre la base de la precarización laboral recibida de la “pesada herencia”.
Hoy en día, luego de haber luchado contra los despidos de principios de la gestión macrista, nos enfrentamos a dos nuevos despidos persecutorios: el de Mayra (delegada paritaria de ATE), compañera a la que se le armó un sumario trucho tras organizar junto con sus compañeros de oficina la resistencia a los despidos que se produjeron en la misma; y el de Romina, compañera a la que se la despide adjudicando baja productividad por tener jornada reducida (la misma que consta en el Convenio Colectivo) y por usar el lactario para poder alimentar a su hija cuando se encuentre en horario laboral. Estos despidos, que intentan ser disciplinadores para el conjunto de los trabajadores, encuentran su límite en la resistencia de las Juntas Internas combativas y antiburocráticas, antagónicas a las conducciones de los sindicatos que posan de luchadoras y garantizan la gobernabilidad utilizando a los trabajadores como moneda de cambio.
Para parar estos despidos es necesario rodear de solidaridad la pelea de los compañeros combativos y democráticos, constituir fondos de lucha y aplicar los métodos que nos son propios como clase, en ese sentido, el Conicet es un buen faro.