EL ESCANDALO DE LAS VACUNAS DESNUDA LOS PRIVILEGIOS DEL PODER
- Por Fernando Vilardo
El escándalo de las vacunas desnuda completamente los privilegios del poder de los arriba. Mientras la lista de muertes crece día a día, y millones todavía esperan poder vacunarse, el Gobierno Nacional vacunaba a dirigentes políticos cercanos, empresarios y burócratas sindicales (y familiares de todos ellos). Un hecho repudiable que no deja de mostrar los privilegios que estos sectores han usufructuado desde siempre.
No se trata de “adelantarse en la fila”, sino de una casta privilegiada.
Para defenderse, el Presidente Alberto Fernández señaló que no existe figura legal para penalizar a quién “se adelanta en la cola para vacunarse”. Palabras que minimizan y banalizan la profundidad del problema de una desigualdad social tan enquistada, tan arraigada, que ni ellos mismos se dan cuenta. Son décadas de acumulación de salarios de miseria, explotación y precarización laboral, de altísimos niveles de pobreza e indigencia, mientras grandes grupos económicos acumulan cada vez más riquezas y privilegios, de los cuales también la dirigencia política se beneficia por ser el brazo político de esos intereses. Es esa misma desigualdad que ahora también se expresa con las vacunas. Son los privilegios que siempre han tenido aquellos que, ocupando lugares en el Estado (jueces, legisladores, ministros, gobernadores, presidentes), defienden y gestionan los intereses de los grupos económicos.
¿”Personal estratégico”? ¿Para quién?
Las declaraciones de Fernández, por su parte, apuntan a sacarse el problema de encima cuanto antes para evitar que la crisis política tenga consecuencias mayores. Luego de la renuncia del Ministro de Salud, el Gobierno Nacional pretende justificar, o atenuar el impacto, diciendo que la mayoría de los vacunados son “personal estratégico”. Más allá de que dentro de los vacunados se encuentra un personaje tan repudiable como el responsable político de la muerte de Kosteki y Santillán, Eduardo Duhalde, que desde ya no encajaría dentro de los “estratégicos”, lo cierto es que el Gobierno considera “personal estratégico”, entre otros, al Ministro de Economía Guzmán, quién está en estos momentos en medio de intensas negociaciones con el FMI para lograr un acuerdo del que solo podemos esperar más ajuste para el pueblo trabajador a cambio de pagar una Deuda absolutamente ilegítima. Mientras tanto todavía esperan sus vacunas millones de trabajadorxs de la salud y de la educación, como tantxs otrxs trabajadorxs verdaderamente estratégicos.
Si algo muestra la historia es que la dirigencia política y los ministros de gobierno no son estratégicos para defender los intereses de los pueblos, sino para representar los intereses del poder económico. Como lo hizo el Gobierno Nacional reconociendo y legitimando la deuda con los grandes usureros del mundo (como BlackRock), como lo está haciendo ahora negociando con el FMI, como lo hará en los próximos meses con el Club de París (pagando mas de 2.000 millones de dólares cuando casi la mitad del país se encuentra bajo la línea de pobreza) , o como lo intentará hacer con la renovación de la concesión de la mal llamada “hidrovía” –que vence este año– a favor de las grandes trasnacionales que desde Menem controlan la red fluvial y marítima y el comercio exterior en general.
Macri: de contrabandear autopartes o perdonarse deudas del Correo a dar lecciones de moral con las vacunas.
Por su parte, Macri y la oposición salieron a dar lecciones de moral. Repugna ver y escuchar a dirigentes políticos de la oposición, y empresas de medios de comunicación a su servicio, especular electoralmente con lo sucedido. Dirigentes y funcionarios que viven de privilegios, acostumbrados como Macri a estar “de los lados del mostrador”, o como el mismo Caputo que en el Banco Central que benefició a grandes usureros como Templeton y BlackRock dejando millonarias deudas al pueblo (reconocidas ahora por Fernandez), o como en la Capital ahora con la privatización de las vacunas. Todos buscando votos a costa de la salud y la vida del pueblo. Banalizando las decenas de miles de muertes y poniendo en riesgo a las y los trabajadores como lo hace Larreta especialmente con lxs docentes y todo el personal de salud.

Acceso VIP. El Gobierno de la Ciudad delegó una parte de las vacunas en las prepagas.
Un mundo para pocos
La pandemia expuso y profundizó, aquí y en el mundo, una “normalidad” caracterizada, entre otras cosas, por la injusticia, la desigualdad social, la explotación y por una desenfrenada carrera por el lucro privado a costa de la vida de los pueblos.

10 de los países más ricos del mundo acapararon el 80% de las vacunas.
Al negocio de las patentes por parte de los grandes laboratorios que con la producción de las vacunas lucran con la vida de los pueblos, se le suma una desenfrenada disputa global por la adquisición de las mismas donde, desde ya, las grandes potencias se quedan con las mayorías, mientras que miles de millones de personas seguramente no van a poder tener acceso a ninguna por años (si es que alguna vez podrán hacerlo).
Por eso, el escándalo de las vacunas es apenas una de las tantas fotos que muestran lo que es el capitalismo: un mundo para pocos…privilegiados. Pero también nos muestra los enormes desafíos que tenemos lxs de abajo para enfrentar a los poderes que reproducen ese mundo y construir una alternativa a lo que existe.