¡MARCHEMOS ESTE 24 DE MARZO!
Repudiemos a los de arriba y construyamos una salida organizada y decidida desde abajo.
Este 24 de marzo puede ser una oportunidad para que se vea la fuerza que tenemos lxs de abajo. Porque en esta fecha nos convoca una extraordinaria historia de lucha que el pueblo, con las Madres y las Abuelas a la cabeza, tomó en sus propias manos contra aquel brutal genocidio. ¡Un envión hoy para que seamos sujeto de la lucha por una verdadera alternativa decidida desde abajo!
El gobierno del Frente de Todos está llevando adelante un brutal ajuste. El golpe al salario y las jubilaciones mes a mes se vuelve cada vez más insoportable. La inflación seguirá haciendo estragos en el pueblo. Y el Fondo sigue exigiendo más y más ajuste. Lo que genera más descontento y malestar popular contra el Gobierno, permitiendo a su vez que puedan avanzar posiciones cada vez más reaccionarias y antiobreras como las de JxC y las de Milei y Espert.
El conjunto de la dirigencia política, hoy ya en campaña electoral, nos está llevando a un abismo a todo el pueblo laburante. En sus manos, nuestro futuro será más explotación y saqueo, más ajuste para pagar Deuda, más violencia social y pobreza. Con ellos decidiendo, no hay salida.
La enorme y potente lucha de lxs trabajadorxs en Francia muestra la fuerza que tenemos como clase. Allí Macron, que intenta imponer por decreto una regresiva reforma previsional, está cada vez más acorralado porque desde abajo lxs trabajadorxs comienzan a organizarse y tomar en sus manos la lucha. La dirección sindical, como siempre, intenta canalizar el malestar social buscando desde arriba que la potencia de esas luchas no la desborde, preparando una nueva traición. Frente a eso, surgen medidas de fuerza votadas desde abajo como la reciente huelga en la refinería Total.
Acá la CGT y todas las conducciones gremiales están transando con el Gobierno para que sigan robándonos el salario y nuestro futuro. Son los grandes cómplices del ajuste, de la cada vez mayor explotación y precarización de nuestras condiciones de trabajo.
Este 24 de marzo puede ser una oportunidad no solo para que nos movilicemos como pueblo y expresemos nuestro repudio al conjunto de la dirigencia política, jueces, empresarios y una CGT que nos ata de pies y manos, sino también para que en nuestros lugares de trabajo podamos discutir cómo nos empezamos a agrupar con independencia de cualquier dirección y auto-organizarnos para que podamos decidir desde abajo cómo enfrentamos el poder de los de arriba.