SOBRE AUTODETERMINACIÓN Y LIBERTAD
Estamos frente a desafíos apasionantes. Se nos abren caminos inciertos, atrayentes y llenos de riesgos precisamente porque no caminamos con certezas a cuestas. Estamos en los comienzos y lo que para muchos es un problema porque desearían tener más “pavimento” acumulado para nosotros el estar en los comienzos es una ventaja y un privilegio. Todo está por hacerse aunque es cierto que todos los que empujamos por hacerlo tenemos diversas experiencias y aprendizajes. Es que -entre distintas alternativas- nos decidimos por HACER ALGO NUEVO.
Sentimos la necesidad de reafirmar que de mantenerse el dominio imperial sobre el mundo y de seguir existiendo el sistema capitalista, el futuro que nos espera y espera a la humanidad, es de cada vez más brutales condiciones de existencia. Miremos el planeta. Pensemos en lo que sufrimos. Guerras, hambre, desocupación masiva, mortalidad infantil, contaminación ambiental, corrupción, represión. Golpes de Estado. Aquí y allá. El capitalismo, hoy, es eso: creciente barbarie. Los que dominan insisten, para defender sus intereses, en que confiemos en sus partidos y sus políticos corrompidos y desprestigiados.
AUTODETERMINACION, CONTRACULTURA Y CONTRAPODER
Frente a ello apelamos a que los pueblos tomen en sus manos, salteando las fronteras que nos desunen, la lucha por terminar con la opresión y la explotación bárbara del capital. Pensamos que SOLO SI MILLONES Y MILLONES Y MILLONES APORTAN SUIS IDEAS Y OPINIONES Y UNEN SUS LUCHAS Y ACCIONES, esa tarea gigantesca se hace posible. Frente a los esquemas clásicos de la izquierda del siglo XX que mayoritariamente sostuvo -y algunas todavía sostienen- que la tarea era la de construir partidos u organizaciones que disputaran el poder del Estado y desde allí recién iniciar la destrucción del capitalismo y la construcción del socialismo a nosotros se nos abren muchos interrogantes. Desde ya no vemos ese proceso de sobrestimar la construcción de organizaciones de militantes como principal herramienta de cambio y subestimar el rol de los pueblos en las transformaciones revolucionarias.
¿Pero cuál vemos?. Mas bien pensamos en aportar a la construcción ya y ahora de una contracultura y un contrapoder. Que se vaya gestando DESDE ABAJO y se extienda masivamente, es decir mayoritariamente. Prácticas populares, luchas y movilizaciones, necesidad de autorganizarce, estimuladas por la bronca, la indignación y la angustia pero que a su vez se basen en cada vez mayor solidaridad, se impregnen de dignidad, nos llenen de la alegría de los que se rebelan, abunden en democracia. Creemos que de esa forma podremos tener la fuerza política, cultural, social para derrotar definitivamente al capitalismo. ¿No será así que podamos aspirar como algo posible la concreción de un mundo socialista que tenga las formas nuevas que los pueblos decidan darle?. No queremos repetir los viejos esquemas.
Nos sentimos sin planos y tampoco pretendemos dibujarlos entre pocos. Apostamos a que surjan de la autodeterminación y la autoorganización. Sentimos que podemos aportar algunos aprendizajes de nuestra propia experiencia y de la experiencia riquísima de más un siglo de luchadores y organizaciones que en el mundo enfrentaron al capital y sus instituciones tanto como podemos aprender de la frescura de los que se lanzan a la pelea sin viejos hábitos, sin dogmas y con la cabeza bien abierta.
TODO LO VEMOS “A CONSTRUIR”
Intentamos pensar en voz alta. Eludir los microclimas y las certezas. Articularnos con otros. Luchadores y grupos. Existen agrupaciones, intelectuales, incluso con publicaciones, que en estos años han venido reflexionando y reexaminando los problemas que le plantea a la izquierda la nueva realidad capitalista. Existen numerosos y variados movimientos sociales algunos más políticos que sociales o sociopolíticos con actividades contestarias o de resistencias micro política de valiosa experiencia. Muchos de ellos con necesidad de relacionarse con otros similares y pensando también en un accionar macro político. Ya estamos conociendo muchos y sintonizamos, nos enriquecemos, nos apasionamos.
UNA REVOLUCION. ES HORA DE REBELDÍAS.
En la cabeza de millones de habitantes de este país esta ocurriendo una revolución. Se está repensando todo. Revisando aquello en lo que se creyó. Las esperanzas frustradas. Las expectativas en los que se confió. Lo que se luchó. Se viene de derribar un gobierno sin que nadie dirigiera o convocara a hacerlo. Sin organización previa. Espontánea y simultáneamente salimos a la calle y lo hicimos. Luego aparecieron las asambleas. Nos reunimos con nuestros vecinos. Fuimos a la Plaza del barrio y después a la Plaza de Mayo. Luego se intentó un necesario proceso de autoorganización. Estamos llenos de preguntas que solo podremos contestar colectivamente. Nadie nos debería imponer sus supuestas verdades para responderlas y todos deberían venir a aprender del otro. En defensa de ese proceso asambleario cuestionemos a las agrupaciones que pretenden adueñarse y conducirlo. El país se llenó de piquetes y de asambleas.
Nunca nadie nos había hablado de esos caminos pero estamos aprendiendo y sorprendidos de lo que hacemos. Han vuelto algunas huelgas y vendrán otras. No todos participan activamente pero la fuerza de los que sí lo hacen está en que los demás se solidarizan y apoyan. Hay momentos de respiros y dudas pero lo que ya se hizo servirá de estímulo para hacer más aunque sea distinto y con nuevas formas. LAS LUCHAS EMANCIPATORIAS EN EL MUNDO. Somos parte de luchas emancipatorias que recorren el mundo. Desde Seattle, Niza, Praga enfrentando al G-7, los poderosos del mundo.
En Génova y Gottemburgo enfrentando su brutal represión policial. Barcelona hace pocas semanas donde más de 250.000 manifestantes demostraron la vitalidad del movimiento que plantea que “la resistencia al capital sea tan global como el capital mismo”. Impacta el heroísmo del pueblo palestino. Vive Chiapas, siguen los Sin Tierra en Brasil. Vibra América Latina con el reciente triunfo del pueblo venezolano. Allí estaban los EE.UU. y perdieron. Estaba el FMI y perdió. Los Macri y los Perez Companc y los radicales y justicialistas de Venezuela y perdieron. Estaban con ellos los Daher y los Moyano y perdieron. No simpatizamos con los caminos de Chávez pero ¡qué estimulante ejemplo el del pueblo pobre de Venezuela!
“QUE SE VAYAN TODOS”
Aquí se grita “que se vayan todos”. Y el reclamo es profundo. Parece ir más allá de lo que se grita. Que termine el modelo económico y también este régimen político. Que se vayan los que hoy integran las instituciones de gobierno pero también que cambien su funcionamiento antidemocrático. Si sigue este gobierno y este plan a fin de año el FMI impondrá más de tres millones de pobres más en un país de quince millones por debajo del límite de pobreza. Que se vayan todos repetimos empezando por el FMI. Nos indigna ver a los gobiernos sometiéndose totalmente a los EE.UU como ni siquiera lo hacían los virreyes coloniales. Que se vayan todos decimos siguiendo por este gobierno y todos los supuestos representantes que hundieron a la Argentina. Pensamos que si democracia es gobierno del pueblo es entonces el pueblo decidiendo todo. Cuestionamos y luchamos contra los que dicen representar al pueblo No necesitamos dirigentes que nos manden sino gestores que ejecuten lo que el pueblo decide. Que no nos representen sino que cumplan los mandatos que le damos. No nos entusiasma la postulación de dirigentes o partidos salvadores o de los que se postulan como “los verdaderos representantes”. Nos apasiona la posibilidad de la autodeterminación. De los mecanismos que nos plantea la democracia directa. De los mecanismos que nos plantea la democracia directa. De pueblos tomando decisiones y haciéndose cargo de ellas.