DISCURSO DE LUIS ZAMORA SOBRE CUBA
Sr. Presidente (Camaño).- Tiene la palabra el señor diputado por la Capital Luis Zamora
Sr. Zamora .- Señor presidente: el primer elemento que quiero resaltar es el marco en que se está desarrollando este debate en la Cámara.
En la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas celebrada en Ginebra se ha hecho público que los Estados Unidos están presionando ostensiblemente a distintos países –como lo hacen todos los años-, en especial al gobierno del presidente Duhalde, para que voten favorablemente un proyecto de condena a Cuba. Se están discutiendo expresiones públicas de Ruckauf, de Guelar ?el embajador argentino en los Estados Unidos? y del presidente Duhalde en el sentido de que la Argentina repetía el voto de condena a Cuba que con anterioridad habían llevado a cabo De la Rúa y Menem
Quizás nuestro representante puede llegar a ser un impulsor en la presentación del proyecto.
Otro elemento fundamental para resaltar en el marco de este debate es que el gobierno no ha desmentido estos dichos; por el contrario ?el embajador Guelar lo ha confesado públicamente?, se propone votar en ese sentido para congraciarse con el Fondo Monetario Internacional en las negociaciones que se están llevando adelante. Aunque negociación no es una palabra que se corresponda con la realidad, porque aquí se trata de imposiciones y de una actitud autoritaria por parte del FMI hacia nuestro país.
Por un lado vemos la tradicional extorsión norteamericana hacia países como el nuestro, y por el otro una inmoralidad y una actitud inescrupulosa por parte del Poder Ejecutivo nacional cuyo titular es Duhalde de someterse a la extorsión con el objetivo de congraciarse en el marco de las negociaciones con el FMI. Hay inmoralidades por allá, e inmoralidades por acá. Este debate se lleva a cabo porque ese hecho está por producirse.
Se ha hablado de la falta de autoridad moral por parte del gobierno de Duhalde, pero en realidad éste es un hecho que habría que ubicarlo en segundo lugar. Quien principalmente carece de autoridad moral son los Estados Unidos, propulsores de un proyecto de condena a Cuba por supuestas violaciones a los derechos humanos.
Los Estados Unidos no tienen autoridad porque llevan más o menos un siglo de atropellos a los más elementales derechos de los pueblos que habitan el planeta. ¿Qué autoridad puede tener quien tiró bombas napalm en Vietnam y masacró a una importante parte del pueblo vietnamita?. Y no hablemos de Nagasaki e Hiroshima; los pueblos que habitamos Latinoamérica, Asia y África lo sabemos.
¿Dónde están los proyectos de condena a los Estados Unidos? No estamos discutiendo un régimen de partido único; estamos discutiendo un siglo de atrocidades. Por parte de los mismos que están promoviendo este proyecto de condena.
Aquí se ha citado a Chomsky, quien sí tiene autoridad moral. Además hay que tener coraje político e intelectual para asumir la posición que él sustenta en el propio riñón del imperio. Ha escrito y dicho innumerables veces que Estados Unidos es el principal Estado terrorista del mundo.
Esto es algo que hemos vivido nosotros. ¿Quién apoyó la dictadura de Videla? ¿Por qué no se condenó a los Estados Unidos por apoyar la dictadura de Videla, el golpe de Pinochet y todas las dictaduras que hemos sufrido los pueblos de Latinoamérica?
¿Dónde está el reclamo de condena a los Estados Unidos o el repudio por su pretensión de condenar a un pueblo, cuando ese país brinda el apoyo imprescindible para la violación más grave y sistemática de derechos que se ha dado desde la Segunda Guerra Mundial ?genocidio nazi hacia delante?, tal como es la masacre que el Estado de Israel está llevando adelante desde 1948 contra el pueblo palestino? Sin ese apoyo imprescindible, Israel no podría hacer las atrocidades que está cometiendo. Estados Unidos es el principal responsable, aunque no es el único; también lo son los gobiernos de Italia, Francia, Inglaterra y España. Estos gobiernos carecen totalmente de autoridad moral. Me parece que estos son los elementos que hay que tener en cuenta en este debate.
Compartí muchas de las expresiones que se han vertido aquí. Ojalá que nunca más un Bush ensucie el territorio argentino, y si vuelve a ocurrir, espero que la mayoría de los diputados de esta Cámara le repitan los conceptos que se han dicho esta noche, y no ocurra lo que sucedió en una oportunidad anterior cuando, ante mis afirmaciones, la mayoría me abucheó e insultó, acusándome de estar desprestigiándonos ante el mundo. Evidentemente, esto es una paradoja.
El presidente Bush, con su política “guerrerista”, autoritaria, imperial, “hambreadora” y explotadora, acaba de decir ?convalidando informes de organismos norteamericanos que trascendieron a pesar de que se pretendían mantener en reserva? que Estados Unidos prevé utilizar armas nucleares contra otros pueblos. ¿Puede alguien tener autoridad para condenar a algún país por violación a los derechos humanos, o extorsionar y presionar a otros países para que efectúen igual condena, cuando está anunciando la posibilidad de utilizar bombas atómicas contra un pueblo? El solo hecho de que un país impulse un proyecto de esta naturaleza bastaría para repudiarlo y rechazarlo.
¿A quién acusar del hambre, la desocupación, la miseria y la mortalidad infantil, si dominan al mundo? ¿Se puede acusar a Cuba de que haya quince millones de pobres en la Argentina? ¿Acaso tiene más vinculación Cuba que los Estados Unidos con la pobreza en la Argentina? El hindú que está en nuestro país exigiendo ajuste tras ajuste y cuatrocientos cincuenta mil despidos en las provincias, ¿representa a Cuba o a los Estados Unidos? Todos sabemos que representa a los Estados Unidos, y esto lo han dicho muchos señores diputados. Lamentablemente, cuando se trata de abstenerse de condenar a Cuba, se niegan; pero cuando se trata de condenar al hambre y la miseria al pueblo argentino, votan por mayoría.
¿Cuáles son los ámbitos donde se propone este debate? ¿Han estado en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra? No es necesario. ¿Son organismos democráticos las Naciones Unidas, la OEA, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial? Estados Unidos y sus aliados, los países más poderosos de la tierra –cinco o seis entre ciento cincuenta- ejercen un poder imperial a través del dinero o de las fuerza militar. En esos ámbitos no existe la democracia. ¿Cómo hablar de democracia para recriminar a un pueblo en un ámbito autoritario, imperial y profundamente antidemocrático, donde todo es trapizondas de pasillos, extorsiones, promesas de ayuda, respaldo militar o amenazas militares para sacar votos? ¿O acaso, cómo creen que se consiguen los votos en las Naciones Unidas? A pesar de que es un ámbito que los Estados Unidos domina, cuando considera que es demasiado burocrático para adoptar rápidas resoluciones, pasa por encima de ese organismo y actúa directamente.
Se plantearon cuestionamientos en el sentido de que en Cuba no hay elecciones libres ni democracia y se mencionó el ejemplo de los Estados Unidos. Resulta claro que la objetividad no existe, pues todos tenemos miradas subjetivas, pero yo advierto un afán desmedido por hacer análisis de sangre del proceso cubano. ¿Por qué no hacer análisis de sangre del proceso norteamericano? Allí el 50 por ciento de la población ?el sector más pobre? no vota porque sabe que todo el proceso electoral es manejado por las grandes corporaciones; sólo hay dos candidatos que representan a distintos sectores económicos y la enorme mayoría de la población pobre ?negra en gran parte y blanca el resto? sabe que no tiene posibilidad alguna de influir o de participar.
Incluso se llegó al escándalo, porque en las últimas elecciones el que perdió finalmente ganó. Aquí se habló del ejemplo de los países libres, pero lo cierto es que quien perdió las últimas elecciones en los EEUU ocupa la presidencia, justamente por maniobras vinculadas al respaldo de los exiliados cubanos en Florida.
Por supuesto, también considero que Menem carecía de autoridad moral para impulsar el voto de condena a Cuba, al igual que De la Rúa y Duhalde, por las razones que aquí se expresaron y que no quiero repetir.
El bloque Autodeterminación y Libertad tiene visiones diferentes de las del régimen político cubano en relación con el socialismo, la democracia y la autodeterminación, y así lo hemos expuesto durante décadas. Quizás seamos nosotros los equivocados ?no nos creemos dueños de la verdad? pero no es esa la discusión. Aquí debemos debatir el marco de esta decisión, es decir, si condenamos a un país a cambio de la supuesta promesa de una asistencia financiera. Evidentemente, no importa de qué país se trata. Quizás Duhalde condena a Cuba porque tiene un régimen de partido único.
No debemos engañarnos, la inmoralidad más grande es caer en esa extorsión y falta de escrúpulos para actuar como un gobierno mercenario que adecua sus posturas al dinero, que por otra parte no es para él. Ese dinero es para el Fondo. De cualquier modo, aunque se tratara de asistencia financiera para el desarrollo del país ?asistencia que nunca hemos recibido?, no se justificaría adoptar una posición de esa índole.
Cuando en este debate se mencionó la falta de democracia en Cuba recordé que Perón decía que cuando los ricos hablan de democracia los pueblos tienen que agarrarse
los bolsillos. Esta es la discusión. Lo que mueve a los Estados Unidos a promover un voto de condena a Cuba no es su preocupación por los derechos individuales del pueblo cubano. Si así fuera, ¿adónde está el voto de condena a Arabia Saudita? ¿Acaso hay democracia en Arabia Saudita? ¿Los jeques autoritarios de ese país permiten las garantías individuales? ¿Dónde están los análisis de sangre o el cómputo de los suicidios que hay en Arabia Saudita? Entre paréntesis, uno de los países con mayor cantidad de suicidios en relación con su población es Estados Unidos, por la alienación del sistema. Y ni qué hablar de Irán o del Estado de Israel, donde hay ciudadanos de “primera” y de “segunda” y la tortura está aceptada legalmente.
Por ello, cuando los ricos hablan de democracia los pueblos tienen que agarrarse los bolsillos. La preocupación y la obstinación de los Estados Unidos obedecen a que el pueblo cubano se rebeló en 1959; está castigando a un pueblo que inició un proceso revolucionario. Nos guste o no, lo está castigando.
No discutimos acá acerca de si los cubanos están de acuerdo o no con el régimen de partido único, o si en Cuba hay más o menos libertad de expresión; y no creo que Cuba sea una panacea. Va en desmedro de la defensa de Cuba decir que es una panacea. Ningún cubano lo cree; ningún cubano piensa que vive en un paraíso. Son conscientes de las dificultades que padecen, pero a setenta millas hay un país que los hostiga desde hace cuarenta años y que no está interesado en sus derechos. Por lo tanto, más allá de los matices y de las discusiones, Cuba, uno de los países más pequeños, que practica el monocultivo y que en 1959 sólo producía azúcar, cierra filas frente a la agresión imperial de la potencia más grande del mundo.
Esta iniciativa tiene alguna vinculación con lo que piensa el pueblo argentino. Aclaro que no hago una afirmación sino una reflexión; estoy pensando en voz alta. Tengo la impresión de que la mayoría del pueblo argentino no simpatiza con la posición de Duhalde y hasta tiene cierta admiración por la persona de Fidel Castro y, fundamentalmente, por el pueblo cubano. Y no creo que ello obedezca a que nuestro pueblo piensa que es bueno que alguien gobierne durante cuarenta años sin que haya rotación o renovación; tampoco analiza si el pueblo cubano tiene más o menos libertad de expresión. Nuestro pueblo percibe que allí hay una actitud de dignidad, que ahí está lo que falta a la dirigencia política de nuestro país. Y es muy sano que el pueblo argentino sienta eso, que busque emular ejemplos de dignidad, no de panaceas ni de paraísos.
Los argentinos no creemos que en Cuba estén solucionados todos los problemas, ni siquiera en mayor medida que algunos de los nuestros. Por supuesto, en Cuba sí está solucionado el tema de la educación. Mientras el 10 por ciento o menos de la población está afiliado al Partido Comunista, el 95 por ciento tiene acceso a la educación. No quiero refutar las distorsiones a las que acá se hizo referencia, pero esa sola cuestión sirve como ejemplo.
Aquella reflexión sobre el pensamiento del pueblo argentino, me parece interesante no desde el punto de vista del analista sino del luchador en defensa de los derechos humanos y en contra de la barbarie imperial de los Estados Unidos, que en el fondo defiende algo que tiene nombre: la barbarie del capitalismo.
Para finalizar, deseo hacer la siguiente pregunta: ¿cómo entiende la democracia el presidente Duhalde? Ya sabemos que para los Estados Unidos “democracia” es una palabra ajena, que sólo utiliza para hacer propaganda y no para instrumentarla. ¿Pero a quién representa Duhalde?
Sé, sin necesidad de encuestas o estadísticas, que la mayoría del pueblo argentino tiene ese sentimiento de respeto y de cierta admiración hacia el pueblo cubano. Es profundamente antidemocrático lo que va a hacer Duhalde, en nombre de nuestro pueblo, porque es el presidente de los argentinos; y es tan grave como el resto de los argumentos que se expusieron aquí, porque sale a la luz el rechazo que cada vez en mayor medida tiene el pueblo argentino por este tipo de actitudes.
Innumerables expresiones, incluso las que se han escuchado en esta Cámara, indican un desagrado con lo que hacen los gobernantes, quienes imponen su criterio como clase elegida o corporación, sin saberse en aras de qué actúan así. Quizás sea en aras de someterse y ser alfombra y felpudo del Fondo Monetario Internacional. Por ello objetamos una decisión autoritaria para condenar o supuestamente defender libertades individuales y derechos democráticos.
Incluso, el gobierno de Duhalde es ilegítimo y usurpador. Si vamos a los hechos concretos ?lo he señalado alguna vez aquí?, debería decir que Duhalde fue elegido en la quinta de Lomas de Zamora en un encuentro con Alfonsín. Allí se decidió que las mayorías radical y justicialista de la Cámara lo iban a elegir presidente. Luego, formalmente, fue la Asamblea Legislativa quien lo nombró.
Fíjense que el Congreso también se ha expedido en contra. Lo hizo el Senado y hoy lo hace la Cámara de Diputados. Así que Duhalde ni siquiera representa al cuerpo que lo eligió. Tampoco representa al pueblo, porque no lo votó ni tuvo ninguna participación.
Esto termina de desnudar el carácter totalmente autoritario de lo que está por hacer Duhalde, que lo continúa alejando ?más allá de las medidas “hambreadoras” que toma todos los días? del sentimiento de la población, inhabilitándolo para utilizar la palabra democracia. La democracia no es fraseología ni votar cada dos años.
Por último, me parece que el problema que se le planteó al gobierno argentino, al igual que a otros países del mundo, frente a la política de extorsión de los Estados Unidos, reafirma que no hay posibilidad de términos medios en las relaciones con un imperio: se confronta -y se trata de pelear por cambiar un mundo para que sea democrático y no dominado por una potencia que siembra barbarie allí donde actúa- o se somete. No hay otra alternativa.
Aquí se mencionó a México, que acaba de hacer una canallada con el gobierno cubano. Fidel Castro estuvo cinco minutos en Monterrey. ¿Por qué creen que ocurrió? El gobierno mexicano, por presión ostensible y pública de los Estados Unidos, dijo que Fidel Castro no podía estar en México, obligándolo a irse. Todos tienen derecho a hablar, con excepción de quienes son censurados por los Estados Unidos. México se sometió a esa imposición.
Con la barbarie de los estados capitalistas a los que representan los Estados Unidos no hay posibilidad de negociación, de términos medios o de relaciones donde uno no perjudique al otro. Sólo se puede confrontar o agacharse. Duhalde eligió agacharse. Me alegra que aquí no haya habido esa misma posición, y sobre todo me alegra que el pueblo argentino siga manteniendo una posición distinta. ( Aplausos. )