Basta de secretos e impunidad desde las instituciones
Con la muerte del fiscal Nisman vuelve a saltar a la superficie un accionar oscuro, secreto, de gobiernos, ministros, jueces, fiscales, legisladores mezclado con reuniones y acuerdos hechos a escondidas con embajadas extranjeras, acciones oficiales mezcladas con servicios de inteligencia y agentes de identidad reservada, actuaciones confidenciales y todo un mundo que se oculta a los ojos de la mayoría del pueblo. Nada de lo que se diga desde el Juzgado o desde el gobierno o desde el Congreso sobre la muerte de Nisman será confiable para la población. El marco de un atentado impune desde hace 20 años por la decisión de todos los gobiernos nacionales, jueces y fiscales, servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad responsables en sembrar pistas falsas y desviar la investigación una y otra vez, con la notoria influencia de EE.UU. y de Israel en esas desviaciones, las que fueron variando, según las conveniencias políticas del momento, lo hace un hecho de connotaciones gravísimas. A lo que se suma que se produce poco antes de declaraciones en el Congreso sobre una repentina denuncia de Nisman, un fiscal nombrado por el kirchnerismo y de buenas relaciones con el gobierno y de vínculos estrechos con EE.UU. y con Israel, que sale a imputar al kichnerismo luego que este descabeza,también repentinamente, una ex-SIDE que mantuvo inalterable y como socia durante doce años. Reclamamos la disolución inmediata de los servicios de inteligencia que sirven para espiar a las organizaciones políticas, gremiales, sociales y estudiantiles, para participar en acciones represivas como los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kostecki, coimas como las del caso “Banelco” o encubrimientos como el de la AMIA. Debe formarse urgente una Comisión Investigadora integrada por personalidades intachables e insospechables independientes de los tres poderes, con presencia de los familiares de las víctimas y control de la población, que investigue el atentado de la AMIA y el rol de los gobiernos nacionales, la Justicia y el Congreso, la influencia de los EE.UU. e Israel en las supuestas investigaciones, las desviaciones y los encubrimientos en los juicios luego invalidados y en los que están en trámite. Para ello debe estar facultada para entrar con las atribuciones necesarias a la ex – SIDE y acceder y abrir públicamente los archivos de esa central de inteligencia sobre la causa AMIA. Asimismo que investigue la reciente denuncia de Nisman al gobierno por encubrimiento y también los hechos que terminaron con la muerte del fiscal. Ni la Justicia ni el gobierno nacional ni el Congreso son respetados y confiables. Tampoco lo son los servicios de inteligencia hoy dirigidos en la realidad por Milani, denunciado por crímenes durante la dictadura ni las fuerzas de seguridad.
20/1/2015
AUTODETERMINACIÓN y LIBERTAD