HAY QUE AJUSTAR A LOS QUE SE LA “LLEVARON EN PALA” EN ESTOS AÑOS Y NO AL PUEBLO

Las medidas adoptadas por Macri en las primeras semanas de gobierno fueron largamente anticipadas durante la campaña con la excusa de que no había otra alternativa que hacer lo que en definitiva se está haciendo. Inclusive había coincidencias generales en su aplicación con Scioli y su equipo económico, apenas con diferencias en los matices (la discusión era básicamente si se aplicaban de inmediato o en forma gradual, sin diferenciarse en el fondo de la cuestión). En definitiva coincidían en que el ajuste había que hacerlo y también a quiénes había que ajustar: trabajadores, jubilados y el pueblo pobre. Todos aquellos que viven de su trabajo y esfuerzo.

El carácter profundamente antipopular de estas medidas pone sobre la mesa, entre otras cosas, la ausencia de cambios de fondo durante los 12 años de gobierno kirchnerista. El no haber tocado a los grandes
grupos empresarios ni a los bancos que ganaron fortunas durante todo este tiempo, el haber sido “pagadores seriales” de una deuda ilegítima y fraudulenta (miles de millones de dólares que fueron a los bolsillos de los “buitres” del mundo), el haber mantenido una economía dependiente de la soja y los granos para beneficio del agronegocio; todo sirvió para que las principales corporaciones del país “se la llevaran en pala” en estos años mientras que la mitad de los trabajadores ganen hoy menos de 6.500 pesos y un tercio se encuentre precarizado, la gran mayoría de los jubilados gane la mínima y un sector muy importante de la población se mantenga bajo la línea de pobreza. Esto en el marco de una economía que no crece desde hace cuatro años y con pocas perspectivas de que lo haga en lo inmediato. [..]el ministro de Hacienda pone en claro que lo que no está en juego en esta negociación es la rentabilidad empresaria, y en caso que “no cierren los números” hay vía libre para despidos.

Ahora nos dicen que hay que ajustar y una vez más son los trabajadores la variable de ese ajuste. Para eso el gobierno ya está negociando el “pacto social” entre empresarios y la burocracia sindical, a la que Prat Gay le adelantó que no pidan demasiado salario porque se pone en riesgo los puestos de trabajo. La advertencia (¿extorsión?) del ministro de Hacienda pone en claro que lo que no está en juego en esta negociación es la rentabilidad empresaria, y en caso que “no cierren los números” hay vía libre para despidos. Por supuesto, siempre con la anuencia de los Moyano, Caló, Pignaneli, Cavallieri, Barrionuevo y cía. nos parece fundamental hacer asambleas en los lugares de trabajo para discutir esta coyuntura. Prepararse y auto-organizarse para enfrentar este ataque al pueblo trabajador
Rechazamos este “pacto” y el plan de ajuste que pretende implementar el gobierno macrista. La devaluación combinada con aumentos de precios, eliminación y baja de retenciones a la exportación de productos agrarios e industriales, aumento de las tasas de interés, mayor endeudamiento con préstamos de bancos extranjeros y promesas de “ajustes tarifarios”, todas medidas para beneficio de los grandes exportadores, pools de soja, Monsanto, hipermercados y sus enormes cadenas, los bancos, las empresas de servicios públicos y las Megamineras. ¿Y para los trabajadores que reclaman por salarios y su fuente laboral? La única medida hasta ahora fue la represión a los trabajadores de Cresta Roja y numerosos despidos de empleados públicos.

¿Tenemos que aceptar este gran negocio para unos pocos mientras que a la gran mayoría nos meten la mano en el bolsillo? ¿Por qué no poner un impuesto a la renta financiera? ¿Por qué no suspender los pagos de Deuda? ¿Por qué no ajustamos a los que durante tantos años “se la llevaron en pala”?

En este marco, nos parece fundamental hacer asambleas en los lugares de trabajo para discutir esta coyuntura. Prepararse y auto-organizarse para enfrentar este ataque al pueblo trabajador y pelear por conseguir ya una suma fija, más allá de lo que se discuta en futuras paritarias que atenúe el brutal aumento de los precios en estas semanas. Paritarias que desde ya hay que reclamar que sean libres y sin techo alguno puesto por el gobierno o por algún “Pacto Social”. Y apoyemos las luchas que ya están en curso.

Luchar para que el ajuste recaiga en los que ganaron enormes fortunas e ir juntando fuerzas -¡¡una fuerza que provenga de abajo y de la auto-organización de los trabajadores!!- para llevar adelante los cambios de fondo que no se hicieron en estos años ni se harán en los próximos, a menos que lo haga el pueblo trabajador.