La expulsión de De Vido, la descomposición institucional y la corrupción estructural
* Por Fernando Vilardo (Legislador de la Ciudad e integrante de AyL) y Luis Zamora (integrante de AyL)
La discusión alrededor de la expulsión del ex Ministro de Planificación De Vido expresó en extremo la descomposición y podredumbre de las instituciones. Se sabe que esta discusión le sirve temporariamente al gobierno para hablar menos de salarios y jubilaciones que no alcanzan, despidos y suspensiones que van en aumento y de la pobreza que tampoco se detiene, es decir que una vez más se utiliza un tema, en este caso la corrupción de un funcionario, de un modo oportunista y con fines electorales lo que termina banalizando un hecho de corrupción estructural gravísimo como el de los negociados funcionarios – empresarios y se lo pretende minimizar como el delito de una persona. Desde ya que no hace falta aclarar que la corrupción ni comenzó con De Vido ni se va terminar con él y toda la dirigencia política -hoy abanderada de la lucha contra la corrupción- es cómplice o responsable directo de décadas de estafas contra el pueblo, delincuencia y diversos hechos de corruptela. Como suele decirse: “el árbol que tapa el bosque”. Detrás De Vido hay décadas de dirigentes, gobiernos y partidos que han estado al servicio de los grandes negocios empresarios y donde la corrupción terminó siendo muchas veces un aceitado mecanismo de transacción de favores políticos. De las escandalosas privatizaciones del menemismo con diputados “truchos” para aprobar la de Gas del Estado y coimas a legisladores para la de YPF, la Banelco de De la Rúa para la reforma laboral hasta la de los grandes negociados de las obras públicas. Son los Odebrecht de ayer y de hoy. La lista sería interminable y atraviesa invariablemente a todos los gobiernos: el de la UCR, el PJ en sus variantes menemistas y kirchneristas, la Alianza y hoy Cambiemos con Macri a la cabeza. A espaldas completamente de la población, la dirigencia política que ha venido gobernando hasta hoy ha sido cómplice absoluta de innumerables negociados en beneficio de intereses empresarios acostumbrados a vincularse con el poder político y judicial. Y todo ha quedado en la más absoluta impunidad.
Una patética foto
La foto del Congreso el pasado miércoles muestra la patética degradación de una dirigencia política cada vez menos creíble. Por un lado la mayoría del PJ y la totalidad de los/as diputados/as kirchneristas defendiendo a un imputado, entre otros hechos, de negociados que derivaron en las 52 muertes de la Masacre de Once. Del otro lado el oficialismo, en este caso apoyados por una diversidad de aliados temporarios, mostrándose como abanderados de la lucha contra la corrupción. ¿Qué autoridad puede tener el gobierno cuando Macri, el de las cuentas en Panamá, el que hizo con su familia negociados con el Estado desde la época de la dictadura hasta hoy, el que asumió procesado por escuchas ilegales y sobreseído a poco de ocupar el cargo gracias a la complicidad del Poder Judicial? Un gobierno que pretendió perdonar a los corruptos de Odebrecht, autorizó que vendiera sus derechos en el soterramiento del Sarmiento conseguidos a base de coimas y que viene sosteniendo al jefe de la AFI, Arribas, acusado por sus vínculos espurios con la empresa brasileña.
Es repudiable que se pretenda hacer de alguien como Carrió una abanderada de la lucha contra la corrupción cuando es socia política de Macri a quien ella misma denunció hace unos años de corrupto, de delincuente por contrabandear con su padre autopartes para Sevel, de hacer negocios espurios con el Estado, mientras hoy le consigue votos para legitimar y encubrir a quien denunciaba como corrupto. La misma Carrió quien en 2013 (¡sí, apenas cuatro años atrás!) denunciaba los negociados de Macri en la Ciudad de Buenos Aires, de su primo Calcaterra y de su amigo de la infancia Caputo. Y apenas semanas atrás denunció que había en el gobierno funcionarios que protegían a De Vido y que le asombraba que Macri no se pronunciara. Ahora calla encubriendo nuevamente. De igual manera, Stolbizer, quien denunciaba antes a Massa de “dormir en la misma cama de los corruptos”, hoy hace campaña y junta votos para él. ¿Puede ser ella la otra abanderada de la lucha contra la corrupción?
La dirigencia política mayoritaria carece por completo de autoridad ética y debemos repudiarlos de conjunto. Es esa dirigencia -desde el gobierno anterior al actual- la que sostiene en el Senado a alguien como Menem, condenado por contrabandista. Es esta dirigencia la que utiliza jueces que, lejos de ser parte de una “justicia independiente”, mantienen estrechos lazos con el poder político y económico y en contra de los intereses de los/as trabajadores y de la población en general. Durante el gobierno anterior se frenaron las causas contra la mayoría de sus funcionarios y avanzaron las que imputaban a Macri; no bien este asumió, los jueces cerraron velozmente estas últimas y aceleraron las primeras. Es esta dirigencia que utiliza la patota sindical, tan corrupta como ellos, para traicionar la lucha de los/as trabajadores/as. Es decir, todo un entramado de corrupción que sirve de engranaje para alimentar la otra cara de la corrupción (siempre olvidada por las empresas mediáticas): el poder económico que siempre está detrás.
Si el pueblo trabajador no decide ni controla, seguirá habiendo corrupción…
Está claro que es imposible que las soluciones provengan de quiénes gobiernan y son parte de este engranaje institucional. Es el pueblo trabajador quién tiene el desafío de pelear por construir una alternativa a lo que existe. Al poder económico y a sus herramientas institucionales. Luchar y movilizarse por construir mecanismos de democracia directa, con revocatorias de mandato para que el pueblo pueda sacar a los De Vido sin más mediación que la de su propia decisión. Con jueces elegidos por el pueblo y jurados populares para no dejar en manos de la casta judicial estas decisiones. Desde ya proponemos conformar una Comisión Investigadora Independiente de los tres poderes del Estado, que tenga en la CONADEP un antecedente, pero para investigar la corrupción estructural de las últimas décadas y conformada por personalidades como Pérez Esquivel y Nora Cortiñas y trabajadores/as elegidos por sus compañero/as. Constituir esa Comisión con plenas facultades investigatorias puede someterse a votación, por SÍ o por NO. junto al comicio del próximos 22 de Octubre. Objetivos todos que solo podremos conseguir si queda en manos de la población y si se moviliza para ello. En definitiva esa será la única manera de combatir algo que, lejos de ser individual, es un problema global de orden sistémico.