DENUNCIAMOS LAS DETENCIONES DE BONADÍO
La causa en la que se ordenó la detención de Cristina Kirchner y otros funcionarios del anterior gobierno es, como ya lo dijimos dos años atrás, una clara maniobra política iniciada por el fiscal Nisman por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA con la firma del Tratado con Irán la que luego se amplió por la imputación de que esa firma era un acto de traición a la Patria.
La denuncia de Nisman fue repentina, tenía buenas relaciones con el gobierno kirchnerista que lo había nombrado junto a miembros de la ex SIDE para que investigaran el atentado. Tenía además relaciones aceitadas con el gobierno de EE.UU. y con Israel que eran en realidad los que guiaron su investigación contra Irán. Está claro que la repentina denuncia que hizo se produce como respuesta al descabezamiento también sorpresivo por parte de Cristina Kirchner de la ex SIDE a poco tiempo de dejar el gobierno después de una relación inalterable durante una década. Es una causa armada con imputaciones sin fundamento serio alguno, cerrada sin más o reabierta sin más según actuaron jueces o tribunales más vinculados al anterior gobierno o vinculados al actual de Cambiemos. Ahora está llevada por un juez sin autoridad de ningún tipo, alineado con este gobierno de Macri, de tan poca autoridad que ya fue separado en una causa anterior por encubrimiento del mismo atentado por sus vínculos estrechos con el funcionario menemista Corach juzgado en estos momentos por ese encubrimiento. Su decisión carece de toda seriedad y nada lo demuestra más que el hecho de que el Tratado con Irán fue aprobado por el Congreso y sin embargo ninguno de los diputados y senadores es imputado o procesado y detenido por el mismo como deberían serlo si firmar ese Tratado es un delito. Y todo se da en el marco de un atentado impune desde hace 20 años por la decisión de todos los gobiernos nacionales, jueces y fiscales, servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad responsables en sembrar pistas falsas y desviar la investigación una y otra vez con la notoria influencia de EE.UU. y de Israel en esas desviaciones, usado y manipulado de forma inmoral según las conveniencias políticas, las que han ido variando según el momento del país y el marco internacional, lo que hace todo esto un hecho de connotaciones gravísimas, mientras el atentado sigue impune.
Debe formarse urgente una Comisión Investigadora integrada por personalidades intachables e insospechables independientes de los tres poderes que en primer lugar acceda y abra públicamente los archivos de la ex-SIDE sobre la causa AMIA, investigue el rol de los gobiernos nacionales, la Justicia y el Congreso y los vínculos con los EE.UU. e Israel relacionados con ese hecho y sus desviaciones investigativas. Ni la Justicia ni el gobierno nacional ni el Congreso son respetados y confiables para hacerlo.