INSTITUCIÓN JUDICIAL PATRIARCAL: ¡CULPABLE!
* por Marta Martínez (Legisladora CABA por Autodeterminación y Libertad)
Recientemente se dio a conocer el fallo -es decir los fundamentos- mediante los cuales el tribunal de Mar del Plata que llevaba el juicio contra quienes estaban acusados del femicidio de Lucía Pérez: los absolvió. A través de ese fallo lo único que demostró la Justicia, una vez más, es que es una institución patriarcal arraigada en lo más profundo del machismo y funcional al sistema capitalista con odio a los sectores más vulnerados de la sociedad.
El Tribunal de Mar del Plata condenó a Matías Farías y Pablo Offidani por venta de drogas pero dejó bien en claro, mediante argumentos patriarcales que no tuvieron nada que ver con la muerte de Lucia, que no hubo violación sino “consentimiento” y que su muerte no fue intencional. Los argumentos del Tribunal no solamente no tienen perspectiva de género en una situación de vulnerabilidad en relación a la venta de drogas sino que, además, esconde la cultura de la violación en el consentimiento -que dada la posterior muerte de Lucía solo puede ser interpretada por el Tribunal-.
Para no condenar a los acusados por violación y femicidio el Tribunal arma un discurso perfectamente patriarcal al decir que Lucía no podía ser fácilmente sometida a mantener relaciones sexuales sin su consentimiento y que podía visualizarse claramente su autodeterminación. Además, buscan chats de otras conversaciones para reafirmar su teoría de que no pudo no existir el supuesto consentimiento. Así, al preguntarse el Tribunal si existió una relación de subordinación entre uno de los acusados (Farias, 23 años) y ella, la respuesta es que no existió, sin contemplar en lo más mínimo la vulnerabilidad de la situación en la que se encontraba Lucia, enmarcando la situación en un ámbito de dos personas de libre voluntad y consentimiento.
Es más, buscan actitudes que tuvo uno de los acusados para seguir reafirmando su teoría con conclusiones que rozan lo absurdo, una profecía autocumplida. Dicen que los acusados compraron facturas y una chocolatada para luego afirmar que “estas actitudes no son las asumidas habitualmente por las personas con intenciones de cometer un hecho tan aberrante”. Dígannos, Jueces del Tribunal ¿cuáles son las actitudes previas que DEBE mantener un violador o un femicida para considerar que cometió esos actos? ¿Cuál es “LA” característica que tiene un violador o un femicida?. En una sociedad patriarcal, tener una actitud -a priori- no violenta, ¿vuelve inocente a los violadores?. Un femicida, considerado por la cultura patriarcal como “buen padre de familia” ¿es inocente del femicidio?
Dice el Tribunal, además, que no se pudo probar que fue abusada sexualmente en un contexto de violencia de género por la cosificación de la mujer, sin embargo, no es considerada la situación de inequidad entre ambos y no son entendidos los hechos en un contexto de opresión de la mujer. Se pretende afirmar que no hubo violencia de género ni cosificación al mismo tiempo que utilizan aspectos de la vida de Lucia para afirmar que era ella quien decidía con quién mantener relaciones sexuales; el problema no es la libertad sexual de ella sino la forma en la que la cultura machista se apuntala en “formas de vida” de la mujer para automáticamente quitarle responsabilidad a los hombres por las acciones que cometieron.
El fallo más que intentar esclarecer qué fue lo que pasó ese día y actuar en consecuencia es una muestra de cómo la justicia patriarcal busca argumentos basados en la cultura machista, tomando cuestiones de la vida personal de las mujeres solo para no culpabilizar a los hombres, no solamente en relación a la violación sino también a la supuesta sobredosis. Todas y cada una de las palabras del Tribunal demuestran cuál es la forma de reproducir la cultura patriarcal, tomar a la mujer como el objeto de análisis y basar su culpabilidad en el mismo para, lógicamente, escindir de responsabilidad a los hombres. La popular pregunta/acusación de “cómo iba vestida” la mujer en un caso de violación, en el Tribunal se transformó en “ella decidía con quién mantenía relaciones”, porque así automáticamente deja libre de culpa al hombre.
No solamente en cuestiones de femicidio y violación la Justicia patriarcal deja su huella, también en casos de aborto y en los que las mujeres actúan en defensa propia ya sea porque actuaron en defensa propia contra un intento de femicidio o contra un “aleccionamiento” hacia mujeres lesbianas, entre muchos otros ejemplos. Y esto es así porque el fin de la institución judicial es reproducir la opresión de clase y de género del sistema capitalista y patriarcal. Este indignante fallo es una brutal demostración de lo que es la Justicia: una institución que, al igual que el Congreso pro aborto clandestino y el conjunto del Estado, es enemiga de la lucha de las mujeres y el conjunto de la diversidad sexual, y a la que tendremos que enfrentar y derrotar para poder tirar abajo al patriarcado.
Pero las mujeres ya no callamos más y salimos a las calles, así como salimos cuando sucedió el femicidio de Lucia e hicimos un paro y salimos bajo la lluvia a pedir JUSTICIA por ella. Seguiremos saliendo, para enfrentarnos a la opresión de la cultura machista, a la violencia, a la cultura de la violación, contra la imposición de otros -la Iglesia y el Estado- sobre nuestro cuerpo y nuestra vida. Desde que salimos a las calles, desde que nos autoconvocamos, nos juntamos con nuestra compañera de trabajo, de estudio, amigas, madres… nos hemos convertido en una rebelión, porque nos enfrentamos a la opresión y a la violencia. Y este fallo es una forma de violencia, la institucional, y no lo vamos a aceptar, no nos vamos a callar. Por Lucía y por todas las que nos arrebataron.
¡JUSTICIA NO PATRIARCAL!
¡Ni una Menos!