SI REPETIMOS LO DE 2018, ¿NO VAMOS A VOLVER A PERDER?
Frente al nuevo ataque del Gobierno
El año pasado, el gobierno nos metió la mano en el bolsillo. Los aumentos de Larreta por decreto estuvieron todo el año muy por detrás de la inflación y los tarifazos. La inflación está en 51%, y el gobierno sólo nos aumentó el salario un 39%. No podemos aceptar ninguna paritaria que no empiece por devolvernos ese 12% que nos robaron.
Mientras la CGT brilla por su ausencia y la dirigencia política opositora está pensando más en el circo electoral que en cómo enfrentar el ajuste hoy, el gobierno, de la mano del FMI, busca profundizar el ajuste de los salarios y las jubilaciones, especialmente con tarifazos cada vez más impagables. La plata que nos falta en el bolsillo se va en el pago de la deuda externa o se la llevan afuera las multinacionales, los bancos, los sojeros y los grandes grupos económicos.
En este panorama tan complejo, venimos de un gran logro: impedimos que el gobierno cierre las escuelas nocturnas. Y podemos ganarle también la pulseada por nuestro salario, pero, para eso, no podemos repetir lo del año pasado. Si repetimos lo de 2018 de hacer uno, dos o tres paros aislados por mes, no sólo nos van a seguir descontando los días y el presentismo, sino que además vamos a volver a quedar por detrás de la inflación.
Muchxs de nuestrxs compañerxs no adhieren a los paros convocados por la dirigencia gremial, pero no porque confíen en el gobierno o no estén descontentxs con lo que ganan: es porque no confían en medidas con las que no se logran aumentos salariales y, encima, se pierden el presentismo y los días.
Nuestra problema no es que lxs docentes no quieren pelear, sino que no estamos logrando apelar a toda nuestra fuerza. Tenemos enfrente al gobierno y al FMI: necesitamos todas nuestras fuerzas para poder ganarles. Y no vamos a tener más fuerza con convocatorias de este tipo: la medida más fuerte que podemos hacer es aquella en la que participen la enorme mayoría de las y los docentes, y para eso necesitamos construir desde abajo, en cada escuela, espacios en los que seamos las y los docentes quienes decidamos cómo peleamos. A Macri, Vidal y Larreta, se les gana en cada escuela.