Por Virginia Peyrás Villarino (docentes de AyL)

Una noche, como tantas otras, el 28 de junio de 1969, la policía realizó una redada en el pub gay Stonewall Inn, ubicado en la ciudad de Nueva York. Supuestamente se llevarían solo a quienes no tengan documentación, pero comenzaron a llevarse a quienes no tuvieran mínimo tres prendas “correspondientes” al género que decía su documento de identidad. Cansadxs de que lxs persiguieran, de tener que ocultarse y de que lxs llevaran presos, ese día decidieron defenderse y contraatacar. Las manifestaciones se dieron de forma espontánea y fueron el punto de partida de una lucha por los derechos de la comunidad lgtbiq+ que se mantuvo. Debido a estos incidentes se considera el 28 de junio como el día internacional del orgullo ya que por fin sentían que tenían algo que celebrar: dejar de esconderse.

Sin embargo, sabemos que esta lucha que ya lleva tantos años sigue en pie y es una lucha que compartimos con el movimiento de mujeres en contra de la opresión. Sin ir muy lejos hace tan solo cuatro años en la estación Constitución detuvieron a Mariana Gómez por besar a su esposa. La violencia institucional no ha desaparecido después de tantos años como tampoco un sistema que sigue diciéndonos cómo debemos ser y qué rol debemos ocupar, compartimos esta lucha porque los peligros de ser asesinadxs por ser quienes somos no han desaparecido: travesticidios, transfemicidios, femicidios, siguen existiendo los casos de agresión a las disidencias, pero el camino recorrido ha logrado y ha impuesto, gracias a las movilizaciones y los reclamos, que cada día se cuestione más el sistema instaurado y se visibilicen nuestros reclamos. 

No podemos dejar de pensar que las movilizaciones del colectivo lgtbiq+, las de mujeres y las antirracistas están conectadas. El camino que hemos visto para liberarnos de la opresión del día a día sobre nuestrxs cuerpxs es el de la movilización autoconvocada. Tenemos que pensarnos como trabajadorxs también oprimidxs por este sistema que nos explota y auto-organizarnos para liberarnos de estas cadenas.