“Para alcanzar la paz hay que luchar por suprimir las situaciones de injusticia”
Nosotros creemos, como much@s en el mundo, que para alcanzar la paz hay que luchar por suprimir las situaciones de injusticia y derrotar a quienes las causan. De allí apoyamos a la lucha del pueblo palestino contra la usurpación de su tierra por el sionismo, luego Estado de Israel gracias al acuerdo en la ONU de EE.UU. con la URSS de Stalin. Lucha heróica, conmovedora de décadas de un pueblo después de décadas de enfrentar a ese Israel, armado hasta los dientes, apoyado por los EE.UU. el principal mosntruo que dió el capitalismo y sus potencias aliadas europeas y con la defección y traición, en muchos casos, de los gobiernos de los países árabes de la región. Apenas acompañado por el apoyo valioso pero insuficiente de sectores democráticos de los pueblos diseminados por el mundo (entre ellos sectores de colectividades judías, de las que Filkenstein es un símbolo de muchos y muchas), insuficiente pero creciente. Allí apostamos. Es parte de luchar por otro mundo, sin pueblos oprimidos ni opresores. El Estado de Isarel es parte de este último bando. En cuanto a los métodos y políticas de las distintas organizaciones a las que ha adherido el pueblo palestino, como cualquier otro pueblo, es por supuesto legítimo que ese pueblo principalmente y cualquiera de nosotr@s pueda valorarlas críticamente, respaldándolas o cuestionándolas. Y eso incluye a Hamas. Pero eso es legítimo si lo que se busca es apoyar los mejores caminos para terminar con la opresión israelí. Y no para sostenerla. Entre los luchadores judíos del guetto de Varsovia había mucha discusión en cuanto a utilizar métodos violentos o no contra la barbarie nazi. Y simpatizando con esa heróica lucha, una de las más dignas y ejemplares que conocemos y con los métodos armados que terminaron primando allí, entendemos que era legítimo discutirlos entre los que repudiaban al nazismo. Pero nunca se hubiera aceptado que se cuestionara o no a luchadores judíos contra el nazismo por los métodos que utilizaban para pelear, para justificar la violencia y la opresión nazi. Israel no tiene autoridad moral para cuestionar a Hamas. Paulo Feire decía al respecto que “Con el establecimiento de una relación de opresión, la violencia ya ha comenzado. Nunca en la historia los oprimidos han iniciado la violencia… No habría oprimidos si antes la violencia no hubiera existido para establecer su sometimiento. “