ENFERMERÍA: ENTREVISTA A UN AÑO DE LA AGRESIÓN EN EL SANATORIO MÉNDEZ
“Lo que pasó con lxs residentes y concurrentes nos motivó para seguir nuestra lucha por el reconocimiento como profesionales”
Al cumplirse un año de la agresión que sufrió un grupo de enfermerxs por parte de miembros del sindicato SUTECBA, entrevistamos a una enfermera del hospital público de la Ciudad*. Nos cuenta acerca de las actividades que realizaron en conmemoración de aquel hecho y sobre el estado de la lucha por la incorporación a la Ley de Profesionales de la Salud luego de ser excluidas por Larreta con la complicidad del sindicato.
* [NdR: en resguardo de su identidad, decidimos no publicar su nombre]

– Contanos en qué momento de la lucha están, ¿en qué consistió la actividad que hicieron en el Hospital Fernández el 16 de enero?
– La idea fue conmemorar y no olvidar lo que nos pasó. Hicimos una sentada en el Hospital Fernández recordando la agresión que recibimos un grupo de enfermerxs cuando fuimos a apoyar a nuestros colegas del Sanatorio Méndez. Ese día estábamos afuera del sanatorio, con banderas, megáfonos, en su mayoría éramos todas mujeres de distintos hospitales apoyando y salió la gente del sindicato tipo manada a increparnos, hubo corridas, insultos, golpes y amenazas, fue muy feo. Inédito que una patota sindical haya agredido a trabajadorxs de enfermería. Un grupo sindical machista, donde nos mostró la mayor brutalidad al género y a la profesión, en enfermería sabemos de cuidar personas, no de agredir. Esa agresión no quedó ahí, a colegas de varios hospitales también los siguieron persiguiendo. Querían que firmemos una adhesión a una supuesta carrera paralela específica para enfermería que nunca conocimos de qué se trataba ni pudimos discutir cuál era la mejor opción. Todo lo hizo el Sindicato a nuestras espaldas. Pasó más de un año, pero nosotrxs no vimos ningún beneficio todavía. Tiene que quedar en la historia que el sindicato que nos representa nos agredió, nos dio una paliza. El sindicato decidió ponerse del lado de Larreta y atacar a las víctimas.

– ¿Cómo sigue la lucha?
– Todo lo que pasó nos tocó el orgullo, nunca antes enfermería había salido a la calle. Fue un proceso de aprendizaje, fuimos aprendiendo cómo movernos, hicimos asambleas, recorrimos hospitales, fuimos a la Legislatura buscando respuestas, amparos, de todo y han hecho oídos sordos. No es fácil, se armó una grieta porque quien no estaba en ALE [Asociación Licenciados en Enfermería] estaba en el SITRE [Sindicato Trabajadores de Enfermería], o agrupados en la INTER HOSPITALARIA, o la Coordinadora, otros en ATE. Esa grieta creo que se empezó a terminar con la movilización del 18 de diciembre, un logro. Porque más allá de toda diferencia nos pusimos un objetivo a cumplir. Aun con muchos roces, tenemos que convivir si queremos lograr la unidad. Ahora estamos trabajando para hacer un paro importante en todos los hospitales el 2 de marzo, y para hacerlo hay que trabajarlo en cada hospital todxs juntxs.
Tenemos que despertarnos, entender que mayormente somos primero mujeres y segundo profesionales. No podemos permitir la violencia bajo ningún punto de vista: ni institucional, ni sindical, de ningún tipo.
– Contanos un poco como es la situación de una enfermera de la salud pública
– Unx enfermerx está con el paciente desde que nace hasta que muere, los cuidamos, los peinamos, acompañamos a la familia, hacemos todo. Y nos formamos, con mucho esfuerzo, somos licenciadas, docentes, formamos a lxs residentes. Hemos crecido mucho, somos mucho más que “chata y papagayo”. En cada hospital hay aproximadamente una enfermera cada 32 pacientes, no damos a basto, nos hacen quedarnos fuera de hora por falta de personal, todo por $89 la hora extra. Si hacemos un estudio general, la mayoría tenemos problemas de salud, la que no tiene problemas psiquiátricos, son de columna o le cuesta caminar. Es una profesión donde dejamos nuestra propia salud, en general somos de familia de enfermerxs, y todxs terminan con problemas de salud. Pero además del reconocimiento, es una pelea por el salario, las paritarias son siempre bajas y el sueldo es menor a una canasta familiar. Ahora nos quieren conformar con un bono de $4000, estamos cansadxs, eso significa bajar la atención a lxs pacientes.
– ¿Creés que este año puede resurgir la lucha que dieron en 2018?
– Confío en que varios compañerxs vamos tomando conciencia, muchos ven la importancia de juntarse y organizarnos, otros todavía apuestan por los sindicatos. Creo que hay que empezar por desafilarnos de SUTECBA que solo conoce de violencia y negocia a nuestras espaldas. Tenemos que despertarnos, entender que mayormente somos primero mujeres y segundo profesionales. No podemos permitir la violencia bajo ningún punto de vista: ni institucional, ni sindical, de ningún tipo. Despojarnos de esa cosa sumisa que caracterizaba a nuestra profesión y alzar la cabeza. No es tarea fácil convencer al colega de que tenemos que unirnos y pelear. Tenemos que exigir ser socialmente y humanamente diferentes. Buscar una salida, otras alternativas de lucha.
Tenemos que pelear no solo la inclusión, sino por el reconocimiento a lo que somos
– ¿Cómo vivieron el triunfo de lxs residentes y concurrentes contra la ley precarizadora de Larreta?
– Fue impactante ver cómo salían del hospital a las marchas en grupos con sus banderas, cómo sostuvieron el paro y no se atendían las guardias, eso nos motivó. Fue un ejemplo importante, aunque con diferencias por la posición social que tienen los médicos, y en particular lxs residentes que generalmente son más jóvenes sin familia a cargo y pueden salir a pelear más fácil. Tenemos que seguir ese camino de paro y movilización, si salimos vamos a demostrar que tenemos un poder importante. Se demostró que la respuesta está en la calle, la enfermera que está cansada y que le cuesta salir de su office creo que se va dando cuenta que ahí está la respuesta.
Amamos nuestra profesión, nos sentimos muy orgullosxs de ser enfermerxs. Esperamos que con unidad logremos la inclusión a la carrera profesional, no sólo las licenciadas, también lxs auxiliares o enfermerxs porque cuando se necesita, todos trabajamos a la par de cualquiera, ahí no hay títulos que nos diferencien. Tenemos que pelear no solo la inclusión, sino por el reconocimiento a lo que somos. Esperemos lograrlo.