SALARIO DE INDIGENCIA Y UNA DIRIGENCIA QUE DECIDE A ESPALDAS DEL PUEBLO
En un contexto donde las condiciones de vida de las y los trabajadores se derrumban, el Gobierno de Fernández terminó pactando junto a la burocracia gremial un “aumento” del Salario Mínimo Vital y Móvil del 28 % en tres cuotas (12 % octubre, 10 % diciembre y 6 % en marzo). Actualmente es de $ 16.875, es decir, por debajo de la canasta de indigencia según el Indec ($ 18.020), y llegaría a $ 21.550 en marzo de 2021. Un salario de por sí ya devaluado antes de implementarse si se tiene en cuenta la inflación que no para de crecer. A poco de acordar ganancias millonarias a los usureros del mundo como BlackRock –que futuros gobiernos intentarán pagar con más ajuste-, impone una actualización salarial que solo traerá más pobreza (en un país donde casi la mitad de la población es pobre).
¿No deberían los incrementos salariales ser parte de una discusión del conjunto de los y las trabajadoras y que haya mandatados para transmitir una decisión tomada desde abajo?
Oficializado por el Consejo Nacional del Salario, integrado por el Gobierno Nacional a través de su Ministro de Trabajo (Moroni), la CGT, la CTA y sectores empresarios (la Unión Industrial Argentina, la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara de la Construcción y entidades agrarias), no solo evidencia la política del oficialismo ya muy lejos de las promesas de campaña, sino el carácter profundamente antidemocrático de una decisión tomada a espaldas del pueblo. ¿Qué piensa el conjunto del pueblo trabajador? ¿Por qué no se les consultan a las y los trabajadores sobre las pautas salariales para ajustarlas de acuerdo a sus necesidades? ¿Por qué Daer y Yasky hablan y deciden en nombre de millones de trabajadores? Son los mismos que acordaron con los empresarios al inicio de la pandemia la rebaja del 25% de los salarios a condición de que no haya despidos, la rebaja estuvo inclusive superó el 25% si se tiene en cuenta la inflación y despidos también hubo. ¿No deberían los incrementos salariales ser parte de una discusión del conjunto de los y las trabajadoras y que haya mandatados para transmitir una decisión tomada desde abajo? El único motivo por el cual decisiones que son vitales para el conjunto se tomen desde arriba es para poder seguir ajustando.
El año pasado millones votaron al gobierno de Alberto Fernández en rechazo a los cuatro años de ajuste macrista. El Frente de Todos ganó sobre la base y la promesa de mejoras en las condiciones de vida del pueblo trabajador. Sin embargo, lo primero que hizo fue reconocer la Deuda que dejó el macrismo tanto con los multimillonarios Fondos de Inversión como con el FMI. No hay ninguna posibilidad de pensar en un proyecto de país centrado en mejorar las condiciones de vida del pueblo reconociendo esas deudas con solo podrán pagarse con mayor postergación social y pobreza.
Este “aumento” del Salario Mínimo Vital y Móvil no es otra cosa que un botón de muestra de esto mismo y de los desafíos que se le abren al pueblo: el de enfrentar a esas mismas direcciones gremiales y políticas que son el verdadero “chaleco de fuerza” que les ata las manos al conjunto de los y las trabajadoras en la defensa de sus propios intereses.
Resulta cada vez más urgente y necesario que desde abajo se junten las fuerzas para defender el salario, las condiciones de trabajo y se impida que las riquezas que genera el pueblo se la lleven los usureros y especuladores de todo tipo.
Nada de todo ello vendrá desde quienes pretenden dirigir al pueblo trabajador.