ORGANIZARSE DESDE ABAJO PARA ENFRENTAR LOS PACTOS POR ARRIBA
El año 2020 fue devastador para el pueblo trabajador, aquí y en el mundo. En la Argentina, a los estragos de la pandemia con decenas de miles de personas que perdieron la vida, se le agrega una de las peores crisis sociales y económicas de la historia que ha derivado en innumerables puestos de trabajo perdidos, suspensiones, en el retroceso del salario y las jubilaciones (para ganancia de los grandes formadores de precios y grupos económicos en general), y un incremento dramático de los niveles de pobreza llegando a casi la mitad de la población.
Muchxs de lxs que han tenido la suerte de conservar su empleo, han padecido la sobreexplotación y la flexibilización de sus derechos y condiciones de trabajo, como ocurrió, por ejemplo, con lxs docentes y profesionales de la salud. El deterioro en las condiciones de vida ha sido muy pero muy grande este último año para un pueblo que encima venía de padecer los brutales ajustes durante el gobierno macrista. Mientras los y las de abajo padecen y sufren las consecuencias, por arriba todo son acuerdos o intentos de acuerdo donde se fijan las prioridades y deciden las políticas que atan y condicionan la vida de millones de personas.

Reunión de “precios y salarios”. Gobierno, empresarios y dirigentes sindicales con el 29% de tope al salario como meta.
Para la dirigencia política, sindical y empresaria, los pueblos son rebaños que solo pueden acatar las condiciones que ellos imponen. Basta con ver lo que están haciendo con lxs trabajadorxs de la educación y de la salud. No solo por los salarios miserables que les asignan, algo que ha sido así históricamente, sino ahora exponiéndolos directamente frente a una pandemia que no controlan y que tampoco garantizan condiciones mínimas de salubridad. En el caso de lxs profesionales de la salud fue así durante todo el 2020 y continúa. El costo fueron cientos de trabajadorxs muertxs.
Todo es improvisación y especulación electoral, y en parte también responder a las exigencias del sector empresario
En el caso de lxs docentes no es menos dramático. Luego de un año extenuante con la virtualidad, ahora “abren las escuelas” sin poder garantizar las condiciones adecuadas. Jamás les consultaron a lxs docentes qué necesitaban ni cómo volver sin exponerse a los contagios, ni tampoco invirtieron un peso estos meses para acondicionar las escuelas.

Todo sigue igual que ayer. Vuelta a la presencialidad sin ninguna inversión en infraestructura.
Todo es improvisación y especulación electoral, y en parte también responder a las exigencias del sector empresario. Lxs docentes no pueden decidir absolutamente nada. La conferencia de prensa que hicieron juntos Trotta y Acuña para promover la “presencialidad” evidencia que en esto tanto el Gobierno Nacional como el de la Ciudad tienen plena coincidencia. Para los Trotta, Acuña, Fernandez y Larreta, lxs trabajadorxs de la educación, como todo el pueblo trabajador, son rebaños que solo pueden acatar las decisiones que ellos impulsan sin importar que, detrás de esas decisiones, lo que se pone en juego es la vida misma del pueblo. Mientras tanto la dirigencia gremial mira para otro lado. Apenas algunas declaraciones formales y reuniones con funcionarios de gobierno que no sirven para nada. Terminan siendo cómplices o avalando lo que se decide desde arriba.

Trotta y Acuña, vuelta al presencialidad a cualquier costo.
Pero el drama que viven lxs trabajadores de la educación y la salud no es exclusivo de ellxs sino que forma parte de la realidad que sufre conjunto del pueblo trabajador, una realidad que será peor de la mano del FMI. Ya muy lejos de aquellas frases electorales de Fernández donde decía que había que investigar la deuda con el organismo porque solo sirvió para “beneficiar a los amigos de Macri”, hoy no solo la reconoce y la legitima, sino que una de sus prioridades es llegar a un acuerdo sabiendo que entre sus condiciones están los ajustes y reformas laborales y jubilatorias al servicio del poder económico que viene exigiendo desde hace tiempo.
En paralelo a las negociaciones con el FMI, el Gobierno se juega además a negociar con empresarios y sindicalistas aumentos salariales que no superen este año el 29 % que fija el presupuesto. De recuperar lo perdido con Macri como había prometido Fernandez en campaña, nada, borrón y cuenta nueva. Mientras los bancos y grandes trasnacionales, incluyendo esos formadores de precios que hoy se sientan con el gobierno en la mesa de negociación salarial, han ganado fortunas en el 2020, lxs trabajadores tienen que resignarse a no recuperar lo perdido y ver si no siguen perdiendo este año.
el Gobierno se juega además a negociar con empresarios y sindicalistas aumentos salariales que no superen este año el 29 % que fija el presupuesto. De recuperar lo perdido con Macri como había prometido Fernandez en campaña, nada
Que las decisiones de los de arriba tiene repercusiones cada vez más dramáticas para los y las de abajo, es algo que repercute no solo en el salario y las condiciones de vida. El reciente femicidio de Úrsula es otro brutal ejemplo. Detrás del femicida hay un cuerpo policial y jueces cómplices que desestiman denuncian previas, y detrás de policías y jueces, hay funcionarios políticos que dejan correr. Son las instituciones de un Estado patriarcal responsable de la violencia machista que en muchos casos terminan en los femicidios. Como con Úrsula.
El pueblo trabajador tiene el enorme desafía de frenar toda esa violencia que desde arriba nos imponen. Las condiciones de vida, y la vida misma en muchos casos, están en juego ahora y en el futuro.
El ejemplo de lucha del pueblo de Chubut poniéndole un freno al proyecto de Arcioni, hombre de Massa y con fuerte respaldo de Alberto Fernández, para beneficiar el negocio de las grandes trasnacionales megamineras, es muy valioso para ver las fuerzas que tenemos lxs de abajo. Allí lograron frenar un proyecto que toda la dirigencia política ya había transado por arriba. La lucha y movilización desde abajo y auto-convocada lo paró.
El ejemplo de lucha del pueblo de Chubut poniéndole un freno al proyecto de Arcioni, hombre de Massa y con fuerte respaldo de Alberto Fernández, para beneficiar el negocio de las grandes trasnacionales megamineras, es muy valioso para ver las fuerzas que tenemos lxs de abajo
¿Cómo logramos parar los pactos y acuerdos por arriba de la dirigencia política, sindical y empresaria contra el salario y condiciones de trabajo agravado todo ahora por la pandemia? Nada podemos esperar de la CGT ni de la CTA. Lo que ellos no hacen lo tienen que empezar a hacer lxs trabajadores desde abajo.
Empezar a juntarse, a dialogar con cada compañerx de trabajo para ver cómo construir espacios asamblearios donde sea la mayoría de lxs trabajadorxs que pueda decidir cómo luchar para defender el salario, los puestos de trabajo, las condiciones de higiene y salubridad que son hoy indispensables para no seguir exponiendo la vida del pueblo trabajador.
Frente a los pactos y acuerdos por arriba, hay que construir fuerzas por abajo.