TENEMOS QUE LUCHAR Y UNIR DESDE ABAJO PARA DERROTAR EL AJUSTE DEL GOBIERNO Y DEL FMI
En Ciudad de Buenos Aires ganó también el ausentismo. En esta última elección se reafirmó lo que venía ocurriendo en el resto de las provincias: *triunfó la decisión de no elegir a nadie*. En el caso de las recientes elecciones porteñas, ese porcentaje trepó al 47%. Fue histórico.
Solo el maquillaje de esta democracia en crisis y decadente, tan alejada de las necesidades populares y tan cerca de los negocios empresarios y usureros, puede darle legitimidad a una fuerza que sacó tan solo el 15% de votos. O sea: el 85% restante, la gran mayoría, no quiso votarlo. Una mayoría del pueblo que, luego de un año y medio de gobierno, sigue sin querer darle su respaldo (no hay que olvidarse que en las últimas elecciones presidenciales a Milei lo votaron en primera vuelta poco más de 8 millones de personas de un total de 35 millones). A pesar de ello, el Gobierno Nacional sigue mostrando una brutal ofensiva contra las condiciones de vida de trabajadorxs, jubiladxs y el pueblo en general. Ajuste, saqueo, timba, Deuda y represión, es la “marca de agua” de un gobierno que llegó al poder fundamentalmente por el masivo rechazo a la dirigencia política tradicional.
Milei y Caputo quieren ahora aprovechar ese “envión” que le otorgó el 15% de votos, amplificado por periodistas y empresas de medios cómplices, para continuar dando zarpazos contra el pueblo trabajador atacando el derecho a huelga. Mientras anuncian con “bombos y platillos” un nuevo blanqueo que promueve el lavado de dinero para los ricos, a la clase trabajadora le siguen quitando derechos.
De la CGT y la CTA no podemos esperar nada. De ahí no va a venir un plan de lucha para derrotar el ajuste y la violencia del gobierno. Por eso la crisis y el desprestigio no es sólo de la dirigencia política, tal como se viene reflejando electoralmente, sino también gremial. El pueblo laburante mira para arriba y no encuentra ninguna salida.
Tenemos que enfrentar los ataques del Gobierno, el poder económico y el FMI, con la fuerza de las y los de abajo. Tomarlo en nuestras propias manos. Acompañar y seguir el ejemplo de los trabajadores metalúrgicos de Tierra del Fuego que están de paro por tiempo indeterminado con importantes movilizaciones. Una lucha a la que ya se sumaron docentes, trabajadorxs de la salud y empleadxs estatales. O como lo hacen cada miércoles lxs jubiladxs. Ese es el camino. Desde la dirigencia solo va a venir mas y mas impotencia.
Hagámonos fuertes autoorganizándonos sin dirigentes, en cada lugar de trabajo, de estudio, en cada barrio. Que esa falta de confianza en los de arriba sea un estímulo para confiar en nuestras propias fuerzas y nos potencie, no solo para derrotar el programa de ajuste de Milei y el FMI, sino para empezar a construir una alternativa al capitalismo.
El país (¡y el mundo!) reclama cambios de fondo, ¡luchemos desde abajo por imponerlos!
Está muy bien orientada la nota. A mí me genera incertidumbre cómo lograr movilizar masivamente a la clase trabajadora y si basta con sólo “salir” y tener presencia en las calles. Parece sobredimensionado ese método. Saludos.