POR QUÉ NO VAMOS A LA MARCHA DE LA CGT
La marcha convocada por la CGT y las dos CTA para este miércoles 30 de abril es lo opuesto que necesita el movimiento obrero y popular para derrotar el salvaje programa de ajuste de Milei y el FMI.
Será una movilización sin paro y sin ningún tipo de preparación mediante asambleas en los lugares de trabajo. Eso significa que decenas o cientos de miles de trabajadorxs que quisieran sumarse a una marcha contra el gobierno, incluso a pesar del enorme rechazo que despierta la dirigencia gremial, no podrán asistir. La CGT se los impide.
Será además un acto básicamente electoral, al servicio de intentar recauchutar un PJ en crisis y que hoy, con sus votos en el Congreso y sus gobernadores, garantizan el ajuste de Milei y el Fondo. Y, como si fuera poco, harán una “oración” en homenaje a Bergoglio. La CGT convoca a las y los trabajadores a rezar. Parece un chiste pero no lo es.
Con este tipo de convocatorias no se van a construir las fuerzas necesarias para que el pueblo laburante enfrente y derrote el brutal ataque al salario, las jubilaciones y el paquete de reformas que el gobierno, el FMI y gran parte de la dirigencia política, incluyendo sectores del PJ, intentarán imponer para garantizar los pagos de la Deuda.
Tenemos que construir esas fuerzas desde abajo, auto-organizándonos sin dirigentes en cada lugar de trabajo. Ese es el enorme desafío que está planteado, y que este 1 de mayo lo pone una vez más al rojo vivo como principal tarea. Lo del 30 de abril, irá en el sentido opuesto.