¿QUIÉN PAGA LA CRISIS? PROYECTO DE MARTA MARTINEZ PARA AUMENTAR LOS IMPUESTOS A LOS GRANDES CONTRIBUYENTES DE LA CABA
Este jueves 7 de mayo, por iniciativa del Jefe de Gobierno Horacio Rodriguez Larreta, se tratará la denominada “Ley de Emergencia económica y financiera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que no es otra cosa que un proyecto que le permitirá al Poder Ejecutivo, es decir, a Larreta poder reasignar partidas presupuestarias, pagar de manera escalonada y rebajar los montos de lxs trabajadorxs que perciban ingresos por encima de hasta tres salarios mínimos (aproximadamente $50.000), – como por ejemplo es el caso de la enorme mayoría de lxs docentes que realizan jornada doble-, y congelar nuevas incorporaciones de personal.
Esto es, hacer caer el peso de la crisis sobre lxs trabajadorxs y sectores populares para salvar las ganancias de los grandes contribuyentes. El proyecto inicial estipulaba recortes más profundos , puntos que luego fueron modificados por el gran malestar y bronca que despertó inmediatamente entre lxs trabajadorxs y el rechazo de parte importante de la oposición.
El GCABA dice en todo el proyecto de ley que lo recaudado irá prioritariamente para la emergencia sanitaria. En primer lugar no habla de exclusividad sino de prioridad lo que indica que lo recaudado podría tener otro destino que considere conveniente el Poder Ejecutivo. Pero si hablamos de prioridades, el GCABA ya nos demostró cuáles son sus prioridades, de forma inmediata ante la pandemia se destinaron 52 millones de pesos a comprar equipamiento llamado antidisturbio para una división creada especialmente, el 27 de marzo ya se encontraba este equipamiento a disposición mientras que los hospitales carecían del equipamiento de protección personal.
No caben dudas que el coronavirus mata, dadas las condiciones en que se encuentran el sistema de salud, el hacinamiento y la disponibilidad de servicios elementales para la vivienda, y la saturación del transporte público, todo por la desidia y el plan de ajuste de hace décadas que sufren las poblaciones del mundo, del país, y de la Ciudad de Buenos Aires
La legisladora declaró “vamos a rechazar el proyecto de Ley que presenta el oficialismo y no porque no creamos que no hay emergencia económica sino porque hay que aclarar que justamente esta ley ataca a quienes están en emergencia económica que son todxs lxs trabajadorxs. La “emergencia económica” no es de ahora y la situación de emergencia en la que viven desde hace muchos años cientos de miles de personas en la Ciudad es el resultado de las políticas del Gobierno. La pandemia, en todo caso, expuso toda la política de vaciamiento a la salud pública que el oficialismo ha venido sistemáticamente llevando adelante, expuso la situación de completa vulnerabildiad en la que se encuentran cientos de miles de personas que viven hacinadas porque nunca se declaró una “emergencia económica” en beneficio de estos sectores. Expuso la precaridad del sistema de educación pública y las condiciones laborales y salariales de la mayoría de lxs trabajadorxs de la Ciudad. Hoy, hipócritamente presenta un proyecto de “emergencia económica” pero no es otra cosa que enmascarar un ajuste al bolsillo de los y las trabajadoras de la Ciudad. Nosotrxs proponemos otra cosa, que frente a la dramática situación por la que atraviesa hoy la mayoría del pueblo, se afecten los intereses de los que más tienen y que han ganado fortunas todos estos años. Son ellos y no el pueblo quiénes tienen que pagar la crisis en curso.”
Proyecto de la banca de AyL
Ante esta situación agravada por la pandemia del coronavirus, desfinanciamiento del sistema de salud, precariedad en las condiciones de trabajo de profesionales entre otras falencias, que se dan en el distrito más rico del país como lo es la Ciudad de Buenos Aires, en donde se instalan grandes empresas y bancos que levantan fortunas diarias mes a mes mientras más de 7000 personas permanecen en la calle según el último censo realizado el año pasado, es que desde la banca de nuestra compañera Marta Martínez presentamos un proyecto de ley para gravar con un impuesto extraordinario del ABL sobre los inmuebles de personas jurídicas de altos ingresos de la Ciudad.
No caben dudas que el coronavirus mata, dadas las condiciones en que se encuentran el sistema de salud, el hacinamiento y la disponibilidad de servicios elementales para la vivienda, y la saturación del transporte público, todo por la desidia y el plan de ajuste de hace décadas que sufren las poblaciones del mundo, del país, y de la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, la CABA tiene los índices más altos de contagios y fallecimientos del país.
Las consecuencias sociales del aislamiento no serán mucho menos demoledoras. La OIT Argentina estimó la pérdida de 340 mil empleos en todo el país. El 50% de los/as trabajadores son informales y han sufrido pérdida de ingresos o su totalidad. En ese contexto la UIA y la CGT, con el aval del gobierno nacional, acordaron una reducción de salarios del 25% retroactivo a abril para miles de trabajadores/as suspendidos/as. Jubilados/as y pensionados/as que cobran la mínima y beneficiarios/as de AUH ya no podían subsistir con sus ingresos por debajo de la línea de pobreza antes de la pandemia.
Todo esto golpea más fuerte a las mujeres, quienes principalmente cubren las tareas de cuidado, tienen los salarios más bajos y precarios. En el último relevamiento de ACIJ 7251 personas viven en situación de calle. En las villas y barrios de emergencia los/as inquilinos/as sufren constante violencia y no se hace cumplir el DNU 320/2020 que suspende los desalojos y posterga los pagos de los alquileres.
En los barrios populares, donde habitan 400 mil personas, no cuentan con suministro formal de agua potable, cuando la higiene es una herramienta fundamental para combatir el Coronavirus. El servicio de alimentación en las escuelas fue reemplazado por la Canasta Escolar Nutritiva que no respeta los valores nutritivos mínimos necesarios según fue constatado judicialmente. Son permanentes los reclamos por falta de elementos de protección personal (EPP) y de bioseguridad en los hospitales. Enfermeros/as sufren el pluriempleo por la necesidad de acumular más de un ingreso y por no ser reconocidos como profesionales de la salud en los términos de la Ley 6035. Concurrentes trabajan ad-honorem, sin ingresos ni ART. Residentes de 4to. año reclaman hace años el ingreso a planta permanente. Faltan camas en los hospitales para un pico de la crisis sanitaria que se estima llegará con el accionar del virus.
Estimamos que con este incremento extraordinario se podrían recaudar $6 mil millones de pesos, que a diferencia de las propuestas del Gobierno que atacan a los y las trabajadoras, recaerían sobre quienes han especulado con la deuda y/o la fuga de capitales, han obtenido ganancias muy relevantes incluso a pesar de las crisis económicas de 2016 y 2018-2019 o el estancamiento económico del ciclo 2012-2019, o prestan servicios superfluos.
Frente a este panorama, el Gobierno de la Ciudad ha tomado dos medidas totalmente a contramano: 1) Endeudarse, el 7 de abril de 2020 la Legislatura aprobó con el apoyo de todos los bloques mayoritarios, un proyecto del Poder Ejecutivo, las Leyes 6299 y 6300, autorizando tomar deuda por $18690 millones de pesos, comprometiendo aún más la situación financiera de la Ciudad y los ingresos de los y las trabajadoras de Buenos Aires; 2) destinó $52 millones de pesos en la compra de armamento represivo.
Es evidente que por la cuarentena caerá la recaudación prevista, pero con los pocos fondos que quedan y quedarán, el Gobierno (y en parte la oposición parlamentaria mayoritaria) decidió destinar más dinero a servicios de deuda, a fortalecer el aparato represivo, y a comprar insumos fallados con sobreprecios (como los barbijos a $ 3mil pesos la unidad). Como si fuera poco, planifica reducir salarios estatales, achicar la planta de trabajadores, cancelar contratos (con monotributistas), y seguir ajustando.
Estimamos que con este incremento extraordinario se podrían recaudar $6 mil millones de pesos, que a diferencia de las propuestas del Gobierno que atacan a los y las trabajadoras, recaerían sobre quienes han especulado con la deuda y/o la fuga de capitales, han obtenido ganancias muy relevantes incluso a pesar de las crisis económicas de 2016 y 2018-2019 o el estancamiento económico del ciclo 2012-2019, o prestan servicios superfluos. Sumado a nuestra propuesta de suspensión de los pagos de deuda externa y el ajuste sobre gastos que nada tienen que ver con la pandemia, como los presupuestos de seguridad en equipamiento y publicidad no relacionada al Coronavirus, entre otros, se podrían cubrir no solo los egresos establecidos en este proyecto, sino impedir el golpe al bolsillo de los y las trabajadoras que nos proponen siempre desde los gobiernos.