“ROSARIO SANGRA” POR RESPONSABILIDAD DE TODA LA DIRIGENCIA POLÍTICA
* Por Gerardo Romagnoli, integrante de Autodeterminación y Libertad
En Rosario, entre los días 7 y 10 de marzo, fueron asesinados por sicarios del narconegocio 4 trabajadores: Diego Celentano y Héctor Figueroa, choferes de taxi, Marcos Daloia, conductor de colectivo, y Bruno Bussanich, trabajador de una estación de servicio. Vayan nuestras condolencias y solidaridad con sus familias y compañerxs de trabajo. Y nuestro compromiso en luchar contra las causas de esta situación síntoma de una profunda descomposición social. Que la CGT y CTAs regionales no hayan convocado a parar por las muertes de 4 laburantes, ni siquiera el día del sepelio de Marcos Daloia, muestra que el pueblo trabajador no puede depender de sus decisiones. Seguramente la masiva concurrencia en su cortejo fúnebre con una provincia parada hubiera sido una enorme demostración de fuerza de los y las trabajadoras frente a gobiernos responsables de estos crímenes.
La conmoción, preocupación y temor de la población es enorme. Tan enorme como las responsabilidades de las autoridades políticas actuales y anteriores que desde hace décadas gobiernan dejando escalar este multimillonario negocio que es el tráfico y comercialización de drogas prohibidas, tanto en la ciudad como el tráfico vía las decenas de puertos privados que la rodean.
Santa Fe y Rosario han sido gobernadas por Peronistas, Socialistas y Radicales durante décadas. Y en el país gobiernos K/PJ y Macrista. Un rápido y contundente balance de sus políticas muestra: el negocio, la violencia con muertes y la zozobra social han crecido de manera permanente. A la par que aumentó la complicidad policial, judicial, de financistas y de dirigentes políticos: toda esa dirigencia que ha gobernado es la responsable de esta situación.
PULLARO: EL BUKELE DE LAS PAMPAS
El actual gobernador Pullaro (Ministro de Seguridad de Santa Fe en 2015) asumió endureciendo las condiciones de encarcelamiento de los narcos, lo cual fue muy bien visto por un gran sector de la sociedad. Como respuesta, estos ordenaron, el martes 5 de marzo, el tiroteo de un transporte de personal penitenciario. El Gobernador y su ministro de seguridad Cococcioni, en una demostración propagandística de dureza a lo Bukele, difundieron imágenes de los detenidos durante una requisa rigurosa, lo que significó “patear el avispero”, ¿sin medir consecuencias? ¿o buscando provocar una reacción? El tiempo lo aclarará. La respuesta narco escaló cometiendo 4 asesinatos de trabajadores. Ahora, la respuesta del gobierno de Milei / Bullrich, que buscan “pescar en río revuelto”, es una nueva ofensiva de intervención represiva con colaboración “logística” de las FF.AA. y ausencia total de política global para solucionar semejante problema. ¿Y la efectividad del famoso “Operativo Bandera” que lanzó la Ministra Bullrich el 5 de febrero pasado en el que asignaba 3.049 efectivos federales con 280 miembros que conformaban un equipo especial de investigaciones? Nada, ni una palabra: “Tabula rasa”.
LA REPRESIÓN ES “PARCHE DURO”, NO ES SOLUCIÓN
Desde 2014 en Rosario se han sucedido 10 “intervenciones de fuerzas federales” con el mismo resultado: agravamiento del problema, no solución. Milei / Bullrich ahora contra “el narco terrorismo” harán la incursión nro 11, que se rige por la lógica de golpear sobre los efectos, no atacar las causas. Bajar la fiebre sin combatir lo que origina la infección. Pretenden ganar la “guerra contra las drogas” insistiendo en políticas represivas sin desarmar el narconegocio y sus mega ganancias que resultan de la prohibición. Y no avanzar en la legalización del consumo (no el tráfico) es, o ignorar la historia, o tener otros objetivos que no afecten las enormes ganancias. No podría esperarse otra cosa de un gobierno que se jacta de ajustar más de lo que exige el FMI, que licúa salarios y jubilaciones, que recorta presupuestos ya pobres para garantizar alimentación, salud y educación a millones, exacerbando así todos los elementos que abonan el terreno para que el narconegocio encuentre su “mano de obra todo terreno” reclutada entre los desesperados que seguirán reproduciéndose cada vez más.
Seguramente un gran sector de la población de Rosario recibirá con una sensación de alivio la entrada en escena del operativo con las fuerzas federales, mezclada con gran desconfianza por la cantidad de veces que esto se ha repetido sin cambios y empeorándolo todo. Se creerán un tiempo algo más seguros. Pero, ¿repetirán la breve estadía como en otras oportunidades para irse? ¿o llegarán para quedarse y reprimir expresiones de descontento, agudización de reclamos, protestas callejeras y huelgas, dejando de lado el supuesto combate contra el narconegocio? ¿No serán destinadas a ser las fuerzas de represión contra los justos reclamos de un pueblo cansado de toda una dirigencia que una y otra vez les da la espalda a sus necesidades?
Recogemos el planteo de AMSAFE Rosario (sindicato que agrupa a la docencia rosarina) planteando la necesidad de responder con un paro regional. Sería una importantísima respuesta de la clase trabajadora –principal afectada de estos crímenes narcos- que AMSAFE junto a sindicatos que han parado como SADOP, COAD, Taxistas, la UTA Rosario o Aceiteros (que se ha pronunciado públicamente) encabezaran un paro enfrentando esta situación generada por el narconegocio en el que están involucradas policía, poder judicial, financistas, empresarios y la dirigencia política. Lo hacemos en la intención de impulsar una pelea que deberá profundizarse, con un plan de lucha construido y sostenido desde abajo, en el que la clase trabajadora debata los pasos a dar impidiendo la represión al pueblo y enfrentando a todo el poder cómplice.
Transitamos los inicios de un tiempo en el que es imprescindible construir confianza con el y la de al lado para luchar y enfrentar unidos las políticas de un gobierno ajustador y antiobrero que puede aprovechar estos hechos para arremeter contra nuestro derecho a luchar. Un tiempo en el que estamos desafiados como clase trabajadora a autoconvocarnos y debatir en los lugares de trabajo y tomar en nuestras manos los problemas que nos golpean –entre ellos el del narconegocio– para resolverlos decidiendo todo desde abajo, sin dirigentes.
Para profundizar el tema recomendamos el artículo “ROSARIO, ARGENTINA Y EL NARCOTRÁFICO” (click aquí) sobre la cuestión del narconegocio, del mismo autor, publicado en 2023.