¿Que otra prioridad tienen antes que la salud, la educación y la vivienda digna? Marta Martínez al Jefe de Gabinete de la Ciudad:
El día de hoy el Jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel se presentó en la Legislatura para dar su informe periódico acerca de su gobierno. En su intervención, Marta Martínez denunció el estado del sistema público de salud en el que se encuentra la Ciudad, el congelamiento de los salarios a lxs trabajadorxs estatales, así como también denunció la brutal represión de la policía de la Ciudad en la marcha que se realizó el sábado pasado en conmemoración de los tres años de la desaparición de Santiago Maldonado, entre otras cuestiones.

Felipe Miguel, Jefe de Gabinete de Larreta.
En primer lugar, desde el bloque de AyL lo que primero queremos resaltar, es el reconocimiento a lxs trabajadorxs de la salud que son quienes han puesto el cuerpo todos los días, lo pusieron antes de la pandemia, lo están poniendo ahora en los momentos más críticos y lo seguirán haciendo cuando esto pase porque es gracias a ellxs que se mantiene la atención en la salud pública, teniendo que superar el obstáculo de la desinversión sistemática de los gobiernos.
Esta es otra cara del sistema capitalista mundial donde unos pocos se llevan las ganancias generadas por la gran mayoría de la población trabajadora y, a cambio, esos pocos que viven de la explotación de la gran mayoría junto con la dirigencia política, han vaciado la salud pública, han desfinanciado la educación pública y han generado cada vez más sectores vulnerados y marginados en la sociedad.
La pandemia mostró la necesidad de los gobiernos de hacer cuarentenas obligatorias que en nuestro país se hizo desde muy temprano, porque las condiciones de atención de la salud pública, los insumos, la infraestructura, y el personal -sobre todo enfermería- se ve reducido al mínimo. ¿Cómo esperar enfrentar una pandemia en estas condiciones del sistema de salud pública tanto nacional, como provincial y de la CABA?
Rápidamente empezó a hacerse visible que las camas que tenía la salud pública antes de la pandemia apenas si llegaban a contener los casos comunes de enfermedades que necesitan internación. Rápidamente se hizo visible que la dirigencia política dice priorizar la salud y construir hospitales pero que los inauguran vacíos, como el Hospital de Laferrere que no fue terminado por el Gobierno de Cristina Kirchner y que tampoco el gobierno actual lo deja disponible para internaciones por coronavirus, o también lo muestra el Hospital Grierson que hace años que no se termina de construir y el GCABA se niega sistemáticamente a terminar la fase 3. A lo que le agregamos la disminución de camas, en el ámbito de la CABA, la reducción sistemática en el presupuesto de salud en los últimos diez años fue acompañada de la reducción de camas que en 2003 eran 25 cada 10.000 habitantes y que para el 2019 ya eran 23 por cada 10.000 habitantes.
Pero la situación crítica por la que está pasando la salud pública no se debe solamente a la falta de camas, sino que hay que tener en cuenta que para enfrentar la pandemia en casos con dificultades más avanzadas se necesitan respiradores y, sobre todo, personal de salud que se encargue del manejo de los respiradores y de la situación general de los pacientes afectados. Esa reducción de personal de salud también se hizo más visible con la pandemia. En CABA se mostró la realidad al gobierno de Larreta: lxs enfermerxs son profesionales de la salud. Hace poco más de un año el oficialismo votó una ley para dejarlos fuera de la carrera profesional de salud, lxs siguió considerando personal administrativo. Desde ya que exigimos su incorporación inmediata a la ley 6035 porque enfermería es profesional y lo demuestran todos los días porque son quienes se encuentran en la primera línea de atención de la pandemia.
La pandemia mostró la necesidad de los gobiernos de hacer cuarentenas obligatorias que en nuestro país se hizo desde muy temprano, porque las condiciones de atención de la salud pública, los insumos, la infraestructura, y el personal -sobre todo enfermería- se ve reducido al mínimo.
Lo que también hizo visible la pandemia es cómo lxs docentes se ponen al hombro la educación pública todos los días, porque muchxs pibes van a la escuela a comer y en esas condiciones lxs docentes tienen que darles clases, cómo se le da clases a unx niñx con la panza vacía, cómo se le da clases virtuales a quien no tiene herramientas de acceso a la tecnología, cómo superar la barrera del desgano de lxs adolescentes ante una situación de desamparo absoluto. Lxs docentes tuvieron que arreglárselas como pudieron para conseguir conectividad e intentar brindar ese apoyo necesario a lxs estudiantes ante una situación tan delicada. Acá también se visibiliza la desigualdad entre quienes tienen un marco de contención y quienes no, la familia que ha mantenido sus ingresos y las que no, las que tienen conexión a internet, celular o computadora para sus hijxs y las que no, la educación no es igual para todxs. Por el otro lado, lxs docentes con jornadas eternas han sido sobre-explotadxs y su trabajo no es valorado, ni el gobierno nacional ni el de CABA han dado aumentos paritarios y el aguinaldo se pagó en cuotas en CABA.
Se supone que en esta interpelación al Jefe de Gabinete deberíamos hacer preguntas,aunque sabemos que es un mecanismo formal e institucional que no busca contestar preguntas, pero haremos una sola ¿Hay otra prioridad que la salud, la educación y la vivienda digna?
Porque además el ataque a la salud no se produce solamente por cómo la persona se encuentra en un momento dado, la salud está íntimamente vinculada con la precarización de la vida, con la falta de acceso a alimentos de calidad, de agua potable, de horas de trabajo que no sean exhaustivas. Y en el caso del coronavirus además se suman las enfermedades preexistentes. La gravedad de ambas cosas se visibilizó con las y los compañeros que han fallecido y que vivían en villas de la CABA, por ejemplo. Ramona, de la Villa 31, murió reclamando agua potable. El GCABA no pudo en 12 años solucionar el problema del agua en las villas de la ciudad, sí pudieron darle un edificio al BID en la villa 31 con una concesión de 100 años, pero no pudieron darle agua potable a las familias que allí viven.
Se supone que en esta interpelación al Jefe de Gabinete deberíamos hacer preguntas, aunque sabemos que es un mecanismo formal e institucional que no busca contestar preguntas, pero haremos una sola ¿Hay otra prioridad que la salud, la educación y la vivienda digna?
Esta falta de prioridad de las necesidades de la gran mayoría de la población no se da solamente en la CABA, sino que es lo que pasa en el país y en el mundo, en un mundo donde la población trabajadora está cada vez más precarizada, menos salud, menos educación, unos pocos se alzan con grandes fortunas en detrimento de la vida de la gran mayoría. Esto es parte de lo que muestra la pandemia, sale a brote cuáles son las prioridades de los gobiernos. Es por ello que no tenemos que dejar en manos de la dirigencia política las necesidades del pueblo trabajador, tenemos el desafío de pelear desde abajo y toda junta la clase trabajadora para enfrentar a los gobiernos que priorizan ganancias de pocos y para enfrentar al sistema capitalista que nos precariza la vida cada vez más profundamente. La única manera en la que vamos a poder derrotarlos es si la clase trabajadora nos desatamos las manos y sin dirigentes enfrentamos a quienes todos los días nos dicen que la salud es prioridad pero que pagan y renegocian una deuda externa fraudulenta e ilegítima que nunca fue pedida ni usada por el pueblo, y a quienes nos dicen que la salud es prioridad, pero rematan la ciudad a las mismas empresas amigas de siempre.
Solamente el pueblo trabajador es quien tiene la potencia y el poder suficiente para derrotar este sistema de explotación, tenemos como pueblo el desafío de auto-dirigirnos para lograrlo.