DEUDA: EL PUEBLO PIERDE, LOS USUREROS Y ESPECULADORES FESTEJAN
En medio de una crisis histórica descargada violentamente en las espaldas del pueblo trabajador, el gobierno nacional acaba de cerrar un nuevo canje de Deuda por el cual se compromete a darles a los grandes usureros del mundo decenas de miles de millones de dólares durante los próximos años. Plata que el pueblo necesitará para paliar las brutales condiciones de vida que desencadenará la crisis en curso.
Toda la dirigencia política, tanto del oficialismo como de la oposición, los empresarios y gran parte de la dirigencia gremial, coincidieron en que había que arreglar como sea. Por eso el Gobierno Nacional fue cediendo cada vez más tal como reclamaban los buitres. Empezó con una propuesta donde ya reconocía que no les proponía “no ganar” sino “ganar menos”, y terminó entregándoles alrededor de 17.000 millones de dólares más. Un negocio redondo.
El canje cierra así un nuevo capítulo de una historia de endeudamiento que ya lleva 40 años, donde el paso del tiempo muestra como cada vez más esa Deuda consume un porcentaje mayor de la riqueza que el pueblo trabajador produce y unos pocos se llevan. Como quedó demostrado ahora con el vaciamiento a la salud pública durante todos estos años. Plata que fue a parar a pagos de vencimientos cada vez más onerosos.
El canje cierra así un nuevo capítulo de una historia de endeudamiento que ya lleva 40 años, donde el paso del tiempo muestra como cada vez más esa Deuda consume un porcentaje mayor de la riqueza que el pueblo trabajador produce y unos pocos se llevan.
El próximo paso para el gobierno será intentar un acuerdo con el FMI, que a cambio de una renegociación exigirá un programa de ajuste que traerá más pobreza, explotación y precariedad en las condiciones de vida de un pueblo ya duramente castigado.
Será un desafío de los y las de abajo impedirlo. Peleando y movilizándose desde abajo y en forma auto-convocada como lo vienen haciendo en los últimos años los pueblos de distintas partes del mundo. De lo contrario, si este tipo de decisiones queda en manos de la dirigencia política, quienes festejarán serán, como ahora, los mercados y los especuladores.